Caminos diferentes

Capítulo I

Era un día lluvioso en la ciudad, las clases en la UA empezaban en un hora, una joven azabache de nombre Kano, se encontraba saltando de edificio en edificio para practicar su parkour y llegar antes a la institución. Mientras saltaba por los techos de los mismos, logró divisar a Mihiro, una compañera de clase que no solía hablarse con muchos por no decir nadie, Pensó que sería una buena idea hablarle así que, usó una farola para bajar del edificio y acercarse a la joven.

-Oh, Mihiro, ¿Qué haces caminando por la lluvia sin paraguas?¿Quieres resfriarte?

Le preguntó a la castaña con el tono usual que usaba, mientras le entregaba un paraguas. La castaña realmente prefería no hablar con absolutamente nadie ya que los estudiantes de ahí. los "aspirantes a héroes" eran tan falsos como la mayoría del resto de héroes así que prefería mantenerse al margén con la mayoría de ellos.

-Que día lluvioso...

Dijo para si misma, mientras salía del centro de la ciudad, no llevaba paraguas pero la verdad no le tomaba importancia. Escuchó a una voz conodida, una compañera suya, no hablába mucho con ella por lo cual le pareció extraña su interacción con ella.

-Lo dejé en casa...

Respondió en un tono seco mientras apretaba la tira de su mochilla tradicional.

-Pues toma el paraguas que te he dado, si no te vas a mojar y te enfermarás. No es práctico salir sin paraguas con tanta lluvia.

Le dijo con un tono algo más serio pero no tan seco. La azabache podía ver que le extrañaba su interacción, y es que no solían comunicarse mucho entre ellas, pero tampoco se destestaban.

-No sabía que eras madrugadora como yo.

-Mi madre...Salió temprano al aeropuerto.

Midnight tenía una misión, un remplazo estaría ocupando su lugar en la Ua así que la joven llevó a su madre al aeropuerto, se despidió y decidió encaminarse a la academia lo antes posible.

-No te preocupes. Puedo hacer algo mejor con la lluvia.

Le dedicó una pequeña sonrisa. Antes de irse su madre le recomendó dejar de ser tan arisca, quizá así tendría amisgos o la invitarían a salir. Tener pareja estaba muy lejos de sus planes y menos un héroe, por lo mismo prefería tratar de ser amigable.

-Tú quedátelo, te puedes...mojar.

Acomodó sus mechones mojados, sin mover el más grande, que cubría su ojo. ¿Parecía emo? Absolutamente, ¿le importaba? En lo absoluto. Kano sonrió ligeramente ante el aumento en su amabilidad, y no aceptó que le devolviera el paraguas. La azabache resistía bien las condiciones extremas, tenía educación para eso, y esa lluvia no era para tanto.

-Oh, yo puedo perfectamente con el agua, con el parkour no me mojo tanto, igualmente, mi cuerpo es bastante resistente, hace tiempo que no me enfermo.

Suspiró al ver que la castaña en serio no le iba a aceptar el paraguas, así que se le ocurrió otra idea.

-Muy bien,entonces las dos vamos a usar el paraguas hasta que lleguemos a la UA, ¿eso está mejor?

La castaña lo analizó durante un momento, parecía que la contraria de todas formas no iba a ceder así que asintió levemente.

-Vale...Ven compartamos tu paraguas.

Abrió el mismo y se acercó a la azabache a ella para cubrirla de la lluvia. El cuerpo de la joven castaña era bastante resistente, había sido torturada durante mucho tiempo cuando era niña. Su piel se volvió dura pero eso también dificultaba el uso de su quirk ya que cuando accidentalmente (realmente accidental) convertía en piedra a alguien, algún fluido suyo podía ayudar, pero a veces no lleva su elixir, entonces usa su sangre que es en momentos de emergencias lo más rápido y fácil de extraer.

-Bien, perfecto.

Ambas se colocaron debajo del paraguas y empezaron a marchar camino a la UA. Mientras hacen eso, se le ocurre a la azabache ir haciendo preguntas.

-Por cierto, he notado que tu cuerpo es muy resistente,¿has recibido algún tipo de instrucción militar? Por curiosidad.

-No, nunca.

La jocen podría contarle su historia, pero odiaba que sientan pena por ella, así que prefería mantener al margen su pasado.

-Mi quirk me da resistencia.

Mintió pero era mejor que decir "mis padres odiaban mi quirk original, me llevaron a un lugar clandestino donde me torturaron hasta que pude cumplir con sus exigencias". Eww, ¿quién diría algo así? Se ganó la mirada sospechosa de Kano.

-La manipulación de la materia no da resistencia extra, ¿sabes?

Mientras preguntaba eso, cayó en la cuenta de cual era la otra posible repuesta y la miró como pidiendo disculpas. 

-Cierto, que aquí en Japón eso no esta normalizado.Mis disculpas, a veces tengo choques culturales como esos.

El "eso" hacía referencia a la tortura, y es que en el Imperio, la tortura estaba normalizada y la mili Imperial hasta se usaba como castigo o procedimiento para mejorar stats físicos o de quirk.

-Puedo manipular las células en mi cuerpo.

La castaña miraba el piso y luego el cielo. Mantenía su neutralidad.

-No y, menos en niños...

Miro a otro lado lo había dicho inconscientemente. 

-Yo digo...Emm...Aja

-Hmm, así que tenía razón, esa resistencia es por tortura. Bueno, no preguntaré detalles porque no parece que haya sido voluntario.Disculpa la confusión, es que en la mili Imperial, la tortura también se usa como procedimiento para mejorar stats físicos y de quirk, aunque ahí es voluntario salvo que en serio necesites mejorar. Otra vez, lo siento por la confusión y por preguntar.

En cierto modo se sentía mal por haber preguntado cuando parecía ser un detalle personal, había olvidado otra vez que estaba en Japón y no en el Imperio.

-No te preocupes...No fue intencional.

Le sonrió de manera muy leve mientras pasaban por las calles. Algunas personas mayores las juzgaban, lo cual ponía de mal humor a la castaña. Había una leyenda de amor sobre compartir un paraguas, pero ellas eran simples compañeras, verdad? La azabache se dirigió hacía las personas que las miraban mal,les habló con un tono serio y hostil.

-Disculpen señores, pero me imagino que con sus años de vida, deben haber aprendido que los problemas con los demás se dicen a la cara, hablar a espaldas del resto, es cobarde.

Aprovechó para usar lenguaje corporal intimidante y poner cara de pocos amigos. Luego se dirigió a Mihiro.

-Listo. No se que concepción tendrán, pero para mi (y de donde vengo) compartir paraguas es un gesto de cortesía hacía alguiente que te agrada.

-Aquí es una leyenda romántica.

Respondió la castaña completamente seria mientras seguían caminando. Se detuvo en una calle mirando a una con una niña. Empezó a recordar a su madre biológica y apretó la barilla del paraguas con fuerza.