Basado en hechos reales

Las voces

Cuando llegué a casa, me encerré en mi cuarto. Está vez estaba tranquilo pues estaba en casa de mi madre, a quien le daba igual si leía o no o que leía.Me puse cómodo en mi cama y comencé a leer. Al principio no me atrapaba tanto, como era de esperarse, seguí leyendo y sin notarlo me quedé dormido, paz, que se vio interrumpida por un mal recuerdo, aquella vez en la que mi padre me golpeó con el cinturón.
"Perdón, prometo estudiar", decía la voz de un niño indefenso que no paraba de llorar. El
hombre de gran cuerpo y uniforme policial tomó al chico del brazo y se lo llevó a la ducha
mientras sacaba el cinturón. ¡Paf! Sonó el primer azote en la espalda del niño robusto que ahora se encontraba empapado de agua fría y lágrimas de dolor. El rencor de saber que su madre yacía en el comedor sin hacer nada era aún más fuerte, finalmente el dolor acabó.
"Eso es terrible", sonó una voz interrumpiendo el sueño.

-¿Quién eres?- Pregunté.

-Ya nos conocemos-Se hizo presente una joven de baja estatura con vestido celeste y un
lazo negro en la cabeza -¿Cómo pudiste aguantar todo eso sin huir?-

-¿A dónde iba a ir? Todos lo sabían y no hacían nada, mi propia madre…- Exclamé en voz
baja. La joven se acercó a mí y me acarició la mejilla con sutileza.

-Tu tienes el valor. Enfrentaló, así podrás tener tu mundo de maravillas-

-Gabriel- Interrumpió una voz femenina y cansada. -Hijo,vamos a comer.-

Abrí mis ojos para ver a mi mamá.
Dejé el libro a un costado y me levanté para hacer lo que me habían indicado.Cuando terminé me despedí y me acosté para así dormir.

Los meses pasaron,al menos unos 8 meses en los que estuve leyendo los mismos libros y otros más,tantos que ya no recuerdo algunos títulos.
En ese tiempo, me vi en la obligación de permanecer en silencio. No tenía que decirle a mi papá ni él se tenía que enterar. Mientras, me veía en la obligación de acompañarlo a la construcción de una casa en la cual trabajábamos los fines de semana desde que salía el sol hasta que se escondía, sin recibir paga y, obviamente aprovechaba para usar su violencia psicológica.
Intenté tomar valor muchas veces y decirle que ya no quería ir más a su casa pero tanto él como mi madre me negaron esa decisión. "Di todo por vos y así me lo querés pagar?" Decía él; "me cagás la vida, yo tengo que descansar también", decía ella.
Era un lunes, estaba esperando para irme con mi mamá,contaba los segundos hasta que vino a la pieza. Estaba enojado.

-Me llamaron de la escuela, dijeron que bajaste algunas notas por estar....leyendo en clase-.Tragué saliva, estaba muy nervioso, llorar y salir corriendo era una opción pero tomé aire:
-Pero mejoré en otras. Además, solo tengo bajo Matemáticas y Química".-

-¿Y a mí qué carajo me importa? Es tu única responsabilidad.-

-Bueno, pero mejoré en materias que nunca había tenido buena nota...- tomé algo de valor- A vos lo único que te importa es que te llamen porque me haya peleado y no por estar leyendo-.
Él se acercó, me dio un solo revés que me dejó en silencio."A mí no me vas a andar faltando el respeto, pendejo de mierda".
No supe qué contestar. Pronto escuchamos la voz de mi mamá.Agarré mis cosas y salí rápido. Estuve todo el camino en silencio y cuando llegué a mi casa no quise hablar. Me fui directo a dormir. Había comenzado a soñar. Una y otra vez se repetía su golpe en mi mejilla.

-Dios, qué terrible- exclamó la jóven de vestido azul.

-Estoy harto...- exclamé

-¿Y qué esperás para revelarte?- dijo el protagonista de la novela donde se incendian libros.

-¿Cómo querés que me revele?¿Vos sabés el poder que tiene?- dije;empezando a lagrimear. Me había generado tanto miedo toda mi vida que nada hasta ahora me había dado valor de revelarme.

-¿Vos sabes al poder que me enfrenté?. Si yo pude,¡¡vos también!!- Pronunció el joven de anteojos.
Eso me hizo pensar:"Si Alicia había podido escapar de la Reina Roja, Montag se había revelado contra una sociedad entera y Harry Potter había luchado contra el ser más poderoso del mundo mágico...¿Por qué yo no podría enfrentar a mi padre?.