𝕍𝕖𝕣𝕕𝕒𝕕𝕖𝕤 𝕕𝕠𝕝𝕠𝕣𝕠𝕤𝕒𝕤

𝕊𝔼ℂℝ𝔼𝕋𝕆𝕊 𝔻𝔼 𝔹𝕃𝔸ℕℂ𝕆

Se miraron fijamente, sus miradas se encontraron, dos ojos azules tan claros como el cielo, transparentes como el agua dejando ver el amor y devoción

Dos ojos pantones, rosados y oscuros, pero su corazón era claro, el amor era más que claro ahí

Entonces sus corazones latían sin sesar, uniendo sus manos, uniendo lazos inquebrantables

- Nimona...

- Glo-

De repente la figura de la rubia frente a ella parecía descabeceserse en el aire, la mirada perdida y la sangre que escurría, el humo verde a su alrededor consumiendo cada parte de su cuerpo.

La pelirrosa soltó lágrimas mientras con un último apretón dejaba ir aquella figura que tanto amo.

- Perdoname...

Gloriana...

Después de aquel incidente el día de los cuentos, Nimona actuaba completamente normal.

Volvía a contarle cuentos a lao niños de sus aventuras en su vida de mil años, algo más fantasiosas de mi usual pero que hacía y emocionaba a los chicos.

Se encargaba cuando tenía tiempo libre de ayudar a los demás, trabajo comunitario y visitar a los niños enfermos para hecelos felices, su habilidad de cambiaformas y sus chistes graciosos hacían felices a mucha gente.

Pero también infelices a aquellos que no la aceptaban.

Pero no le tomaba importancia, ni siquiera ella era capaz de aceptarse así misma.

Pero eso era lo menos importante en esos momentos, pronto se acercaba la boda oficial de Ballister y Ambrosio quienes habían sido como sus padres los últimos días.

Nimona por supuesto fue la primera en ofrecerse a ayudar con los preparativos.

- Estás segura? Ya tienes mucho trabajo y no quisiera que te sobrecargues

- Claro que no! Además solo es contar cuentos a los niños del hospital

-Y ayudas en el asilo, y en el castillo, y-

- Ya entendí, ya entendí, pero puedo hacerlo!

La chica bailo con alegría sin aceptar un no por respuesta no hubo más opción que dejarla ayudar.

Primero comenzó con la elección de comida.

Nimona tomo nota, nada de aceitunas, nada de pizza con piña, nada de cosas demaciado saladas.