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Min Yoongi llegó con una sonrisa a su casa, no dejó de sonreír lo que restó del día.

Kim Taehyung se sentía extraño, a pesar de haberle prometido al doctor Kim que intentaría socializar, nisiquiera pudo hacerlo a menos de que le preguntaran algo y siempre se avergonzaba por haber respondido.

Aún así, Taehyung vio a su hyung feliz y supo que había valido la pena, acepto el poder salir con aquellos chicos si eso significaba ver así de contento a su Yoongi.





















El viernes llegó rápido, nuevamente Taehyung más puntual de lo normal, ese día su hyung no le pudo acompañar más tiempo, su maestro los cito más temprano y por aquello lo había dejado solo.

Y se lamentaba no haber tomado su abrigo grueso del perchero, el cielo amenazaba con llover y el viento empezaba a entrar por su cuerpo.

- ¡Hola! - el chico de pircings llegó -

- Hola - Dijo sin dejar de mirar el cielo -

- ¿llevas mucho aquí? - Jungkook le miraba a él, analizando sus facciones, nunca se iba a cansar de mirarlo -

- Hyung me dejó hace - miró su reloj - Quince minutos -

- Llegas muy temprano - le sonrió - ¿No tienes frío? - Miro al lindo chico con un ligero suéter café que apenas y lo calentaba -

- No... - Su cuerpo lo traicionó, pues un pequeño aire entró por su espalda y lo hizo tener un escalofrío que lo removió -

- ¿Estás seguro? - Jungkook se atrevió a tocar sus manos, las cuales tenía apresadas en sí mismas en su regazo - Estás frío - Se levantó y quitó su gabardina negra, le tomó de un brazo y le hizo levantarse, como si de un niño pequeño se tratase, le colocó la gabardina - Tus brazos - Taehyung lo obedeció, se dejó abrigar - ¿Mejor? - El pelinegro no iba a menir, se sentía cálido -

- Gracias, pero ahora tu no tienes abrigo, déjame devolvértelo... - Rápidamente Jungkook se negó -

- Ire por el suéter de Seokjin al auto, ¿te puedo encargar mis cosas? - este le extendió su mochila, Taehyung la aceptó y vio correr al pelinegro -

- ¿Por qué eres tan agradable Jungkook? - susurro para si -







"Tae, tengo frío...

Abrázame Taehyung"





Cuando Jungkook volvió, lo encontró con una ligera lágrima cayendo sobre su mejilla y se alarmó.

- ¿Estás bien? -

- ¿Mmh? - lo miro, Taehyung raramente sentía cuando lloraba, de hecho solo lo sentía cuando tenía ataques de ansiedad, fuera de ello no le veía importancia -

- Espera - Jungkook saco de su mochila un pañuelo, la cual aún reposaba en los brazos del pelinegro, se tomó la libertad nuevamente de acariciar con el papel la mejilla del pelinegro - Estás llorando Taehyung - le susurro -

- ¿Qué? - entonces se tocó la cara - Lo siento, a veces me pasa -












Desde que Taehyung tenía memoria, había veces en las que simplemente sus ojos lagrimeaban, no era una condición médica, sino psicológica, los doctores que lo trataron, decían que era por recuerdos en su subconsciente que lo ponían triste, pero debido a su trastorno disociativo el no sentía nada, no sabía por qué lloraba y mucho menos lo sentía, es por eso que a Taehyung le fastidiaba sentirse triste porque no era una emoción que pudiera entender por completo.

REDECORATEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora