Yang Jungwon... bueno, un chico muy tierno, crush de muchas personas, y era alguien totalmente normal...a diferencia de que atrás de esas portadas falsas de libros se encontraban historias bl, mangas yaoi...
Jungwon, su mayor secreto, era fundashi...
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Jay apresuro un poco su paso hacia aquel puesto de ramen fuera de la preparatoria donde había visto a Jungwon, por la poca luz que había no podía asegurar que se trataba del menor.
Pero por la mochila y suéter que llevaba esa mañana que lo vio, podría afirmar un 90% que era Jungwon.
Al acercarse por completo pudo asegurar que se trataba del castaño, el cual esperaba por su plato de Ramen.
Decidió fingir un encuentro "casual".
— Un plato de Ramen por favor — Jay habló logrando captar la atención de Jungwon quién estaba a sólo unos centímetros. — ¡oh! Jungwon que casualidad verte aquí, ¿que haces tan tarde por aquí?.
Jungwon podría ser muy directo por chat, pero en persona era muy tímido.
— Voy saliendo de la escuela.
— ¿De verdad? Yo también — Jay tomó la iniciativa sentándose a lado del menor — Hace frío.
— Un poco — aunque sus mejillas estaban rojas, tenía frío.
— Aquí tienes Jungwon — la amable señora, que Jungwon conocía muy bien, extendió el plato de Ramen al menor.
— Gracias — Jungwon comenzó a soplar su plato de comida, para comenzar a comerlo.
— Y este es para tu novio — Jungwon casi se ahoga.
— Oh no, no es mi novio, solo un conocido — Jay al principio había reído cuando Jungwon se ahogo, pero ahora se sentía raro de que solo lo llamara "un conocido".
— Pensé que ya éramos amigos — Jay comenzó a comer.
— los amigos no te golpean con un balón.
— Fue un accidente.
— cierto, no es mi culpa que no sepas jugar — Jungwon atacó.
— no es mi culpa que este ciego y no veas por donde vas — Jay contra-ataco.
— Ah si, pues no es mi culpa que Ni-ki sea tan tonto para aceptarte en el equipo cuando se ve que ni correr sabes hacer bien — ahora Jungwon estaba a la defensiva
— Para tu información soy bueno en otros deportes, y no es mi culpa que seas tan pequeño que un balonazo que ni siquiera iba fuerte te haya tirado — ambos parecían dos niños.
— ¿cuales? Seguro el ser el mayor idiota.
— Pues más que tu es seguro, Al menos yo no me la paso leyendo a dos hombres enamorarse de la misma manera pero con diferentes personajes — Jay atacó nuevamente.
— ¿Y tú como sabes eso? — Jungwon se mostró indignado
— Un pajarito me contó.
— Ese pajarito seguro se llama Kim Sunoo.
— Yo no delató a mis amigos — Jay giró su rostro indignado.
— Porque no tienes amigos — Jungwon le saco la lengua en señal de ofensa.
Después de aquella pelea tonta entre ambos, se dispusieron a comer el Ramen que ya estaba frío.
Jay quería disculparse por haberle hablado así a Jungwon, no quería ser grosero, pero el menor empezó todo.
— Yo pago — habló el pelinegro cuando noto a Jungwon buscar su dinero.
Saco su cartera extendiendo su tarjeta para que realizarán el cobro.
— Oh lo siento nene no acepto tarjetas, solo efectivo — Jay no tenia efectivo.
Al final Jungwon pago por ambos, mientras se reía de Jay.
Ambos caminaron juntos cuando se fueron.
— Yi pigi — Jungwon se burlo por tercera vez de Jay durante el camino.
— Deja de burlarte de mi, no sabía que no aceptaban tarjeta
— Es un puesto de la calle Jay, muy difícilmente aceptan tarjeta — Jungwon volvió a reír ante la cata de indignación del más alto.
— Vamos acompáñame a un cajero, te devolveré el dinero — Jay tomó la muñeca de Jungwon causando que el menor se sonrojarse por el acto imprevisto.
— no es necesario, es tarde y necesito regresar a casa.
— No seas necio Jungwon — El menor noto que la mano de Jay seguía en su muñeca
— Mejor para la próxima pagas tú — Jungwon se deshizo del agarre de Jay, caminando a la parada del autobús que lo llevaría a casa. — nos vemos.
Sin más que decir Jungwon salio corriendo, dejando a Jay con la palabra en la boca.
Y un pensamiento en su cabeza.
Habría una próxima vez.
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