El soldado más leal de Megatron

Capturados por el enemigo

Un escuadrón de autobots fuertemente armados rodearon lentamente a los dos decepticons heridos, se formaron creando un círculo cerrado alrededor de ellos, dejándoles apenas el suficiente espacio para prevenir un posible ataque cuerpo a cuerpo.

Lugnut volteo para mirarlos con indiferencia y luego siguió viendo a Megatron que estaba en el suelo, no le interesaba en lo más mínimo intercambiar miradas de asco u odio con los autobots recién llegados, pero el líder de los decepticons por el contrario tenía la mirada clavada en ellos con odio puro.

Los autobots se sintieron intimidados por la mirada asesina de Megatron, no se acercaron y no dejaban de comunicarse por radio con su superior para recibir instrucciones mientras murmuraban entre ellos. Después de unos minutos de mucha tensión llego finalmente a la escena el líder del escuadrón, lo que les produjo una mayor confianza a los autobots.

De entre la multitud apareció un autobots que era sumamente famoso en las filas, un veterano de miles de años de experiencia que debería estar ya retirado de no ser porque el planeta Cybertron vivía una guerra sin tregua entre los dos bandos desde hace siglos.

Aquel autobots al mando era nada menos que el gran Kup, un experimentado y estratégico transformer en el mundo de las batallas, que además había entrenado a todos los miembros de los Wreckers un grupo de trabajo especial compuesto por los mejores y más poderosos luchadores del bando de los autobots.

Los Wreckers en ese momento estaban integrados por: Springer, Impactor Broadside, Sandstorm, Roadbuster, whirl, Topspin, Twin Twist, Leadfoot, y Perceptor.

Los Wreckers eran muy temidos por muchos decepticons dadas las historias de algunos sobrevivientes, eran famosos por asesinar sin misericordia a sus enemigos, por las torturas que les causaban a los prisioneros para conseguir información valiosa y por su extrema crueldad que muchas veces había sido criticada incluso por el propio Optimus Prime en algunos informes.

Kup se acercó a los dos decepticons con los brazos cruzados sin ningún tipo de temor, podía ver que ambos estaban heridos, uno de ellos no parecía estar en actitud de querer buscar problemas, pero el otro estaba dispuesto a luchar hasta la muerte.

El viejo veterano se acercó un poco más y fue en ese instante cuando se dio cuenta con gran sorpresa que estaba ante el líder de los decepticons.

Kup: Megatron, que suerte encontrarte aquí. (Dijo con sarcasmo)

Megatron: ¿Y tú eres? (Dijo como si no lo supiera)

Kup sabía que encontrarse al Líder de los decepticons casi solo en el campo de batalla con un único soldado protegiéndolo, era una situación muy poco creíble, aquello tenía toda la pinta de ser una emboscada, así que lo mejor era retirarse a la base inmediatamente para estar a salvo en caso de un ataque.

Miro alrededor esperando algún ataque aéreo, pero no sucedió nada, se dirigió a los soldados que los rodeaban con sus armas en alto sin dejar de apuntarlos.

Kup: Que están esperando idiotas, inmovilícenlos. (Ordeno)

Los soldados abrieron unos contenedores especiales donde tenían esposas de éxtasis especiales para inmovilizar transformers de gran tamaño, tenían sus armas apuntando en caso de ataque mientras que otros se acercaban con extrema cautela a los dos decepticons inmóviles en el centro de la multitud.

Lugnut no se resistió en ningún momento, dejando que lo registraran por si tenía armas escondidas, luego le pusieron las molestas esposas en las muñecas detrás de la espalda y después lo obligaron a seguirle el paso a un autobot mientras otros dos le sujetaban los brazos,