༻❖Veintitrés❖༺

555 65 15
                                    

La música suave llenaba aquel ambiente de calma , aunque simplemente el estaba enfocado en su compañero este tan brillante y tan hermoso .

Chūya era consciente de esas miradas y sonreía con orgullo por saber que aquel hombre frente a él le miraba solamente a su persona. Bueno siempre fue así, siempre era el a quien miraba de esa manera , siempre fue el que sus suspiros salían a flote — está será la cena más cara de mi vida – hizo una mueca , Chūya soltó una risita ante sus palabras

—si quieres puedo ayudarte con la cuenta– propuso

— estás loco si crees que te dejaré – el mayor tomo su mano acariciando suavemente está , Chūya no se había puesto sus guantes para que el tacto entre sus manos fuera cálido

— entonces tendrás que aguantar esta noche – expreso burlón mirando el menú ..

Por supuesto que tenía dinero , ahorro todos aquellos años que estuvo en la Port Mafia, no fue un chico irresponsable en ese sentido. Imitó la acción del más bajo también mirando el menú todas las cosas se veían buenas — oye , sabes lo del vino-

Le miro con atención este tenía una expresión pensativa, tal vez estaba convenciendo se a si mismo que podía darse ese privilegio, no sabía con certeza lo que rondaba en esa cabeza loca pero una cosa era seguro esa expresión no le gustaba — si no quieres está bien, no voy a obligar te a nada , después de todo con tu compañia me conformo .

Se acercó hasta su rostro robando un beso de sus labios con mucho cariño dejo una caricia en sus mejillas haciendo sentir al otro avergonzado — te iba a decir que no tiene que ser tan caro

Volvió a besar sus labios de manera casta mirando las expresiones del más bajo , negó con la cabeza dispuesto a volver a ver el menú — por supuesto que no, quiero consentirte está noche

— ¿entonces no serás tacaño conmigo?

Suspiro se iba a arrepentir pero lo valía — no Petit , no seré tacaño contigo

Chūya sonrío está vez el fue quien beso sus labios acariciando sus cachetes — entonces pediré el vino más caro que hay

— tu lo vales ..

El ambiente romántico estaba puesto para ellos, ignorando lo que pasaba a su alrededor. Ambos lograron cumplir con éxito la misión Chūya dejó la Mafia uniéndose a los detectives para estar más tiempo con Dazai, sin las tonterías infantiles del otro se atrevía a decir que era más agradable su compañía.

Se había mudado a la casa que antes compartían pero claro Dazai dormía en el sofá negándose a compartir la cama con el puesto que no quería presionar le con nada , tenía a un idiota enamorado, pero era el mejor idiota que hay — la comida está muy buena – exclamo , aún no probaba el vino

Dazai le miro tomando su mano llevando está a sus labios dejando un beso delicado en sus dedos — ¿te e dicho lo hermoso que estás? , tan magnífico esta noche

Las mejillas del otro se pintaron de rojo tomo la copa dando un pequeño sorbo, por alguna razón el vino tenía un extraño sabor debe ser por qué había dejado de tomarlo — tú también estás apuesto

El castaño sonrío divertido siguiendo con su comida , había un silencio cómodo y agradable las pocas veces que hablaban era para decirse cosas lindas o en caso de Dazai coquetear le sacándole risas por las expresiones que hacía cuando rechazaba su coqueteo .. bajo las luces de la ciudad ambos caminaban a la par , tomados de las manos hasta llegar a una plaza con una gran fuente en el medio — es agradable – Dazai le miro con atención

— si, vaya que lo es ..– el castaño miro a un vendedor de flores que se acercaba a ellos comprando un hermosa rosa roja para dársela a su acompañante

— gracias – dijo el otro besando su mejilla – estás muy romántico conmigo

— siempre soy romántico contigo

— tienes razón...

Tomo su mano con delicadeza sus ojos se perdían en la mirada del otro, sus iris mostraban todo ese amor retenido que ahora era capaz de volver a salir . Sus rostros se acercaron juntando sus labios en un tierno contacto muy efímero para su gusto — debemos irnos, no me gustaría que te enfermaras – le dijo el castaño

— oh , pensé que querrías pasarla bien más tarde

— claro que quiero – beso su frente – pero no quiero presionarte percherito, aún es muy pronto

— ¿te e vuelto a decir cuánto te amo?– pregunto poniéndose de puntitas para besar sus labios nuevamente

— no – exclamo el otro tomándole de la cintura con cuidado sin bajar sus labios más allá

— te amo Samu..

— yo también te amo percherito.. ven vamos a casa

— si , vamos a casa

Tomaron un taxi hasta la casa las luces estaban encendidas eran apenas las doce de la noche, se miraron a los ojos decidiendo entrar , si la casa era un campo de guerra ambos adolescentes peleando tirando se cosas atacando se con palabras ofensivas y otras no tanto . Con su habilidad mandaban a volar las cosas , daba un poco de risa puesto que uno lanzaba y el otro regresaba y así andaban — ¡¡¿que está pasando aquí?!!– exclamo Chūya llamando la atención de ambos jóvenes quienes soltaron las cosas que manipulaban con su habilidad por el susto que les dio suerte que nada se rompió gracias a el

— nos vamos por unas cuantas horas y ustedes están peleando , ¿que sucedió?– pregunto el castaño cruzado de brazos

— ¡Oda es un idiota!– exclamo el pelirrojo menor enojado – ¡siempre con sus bromas pesadas!

— oh vamos , tu también me andabas molestando

— si pero tú luego te pusiste pesado

— solo estábamos jugando

— te dije que debíamos terminar la tarea

— y yo te dije que podía hacerla mañana – volvió a contra atacar

— ya es suficiente los dos – dictaminó el más bajo haciendo callar a los menores – vayan a sus habitaciones ahora , es tarde vayan a dormir

— si mamá – refunfuñaron entre dientes para irse aún peleando entre ellos

Dazai suspiro tirándose al sofá odiaba ese maldito sofá — Samu – alzó la mirada encontrándose con el más bajo – ¿y si duermes conmigo?

— tu , ¿estás seguro? No voy a obligar te si no estás seguro

— si, estoy seguro .. vamos

Aunque no hicieron el amor si durmieron abrazados compartiendo el calor del otro permitiendo les poder descansar con tranquilidad sintiéndose en paz y con una calma inmensa tanto que se quedaron dormidos el día siguiente y si no hubiera sido por sus hijos llegarían más tarde al trabajo

𝑼𝒏 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆 𝒂𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora