Capítulo XXIX

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Quackity se encontraba aburrido, hace más de media hora que su madre y el médico habían entrado a la casa. Merlon les había indicado esperan afuera por la respuesta del médico. No se consideraba como un apersona paciente, intentó pegar su oreja para escuchar lo que estaba diciendo el doctor, más fue detenido por un golpee la cabeza por parte de Merlon. Todos dejaron salir un suspiro de alivio cuando vieron al dotor salir.

—¡Al fin! —había gritado Quackity, Vegetta lo miro mal, haciendo que Quackity no comentara nada más.

—¿Cómo se encuentra Staxx, doctor?.

—El paciente Staxx se encuentra bien, esta lo suficientemente estable —murmuro, los demás héroes iban a empezar a celebrar cuando el doctor levantó la mano—. Ha llegado el momento de que Staxx de a luz —silencio, nadie dijo nada, los héroes voltearon a ver al mencionado quien se encontraba pálido—. Tenemos que llevarlo a la nave espacial, los alienígenas deben de tener la tecnología suficiente para un parto como este —los héroes empezaron a murmurar entre ellos.

—Alexby —susurro Quackity, el nombrado solo hizo un ligero sonido—. Estoy listo para otro evento en el que este viejo anciano sólo nos ve hacer cosas, y no hace nada —un golpe en su cabeza lo hizo saltar a un lado de Alexby, Merlon le había golpeado—. ¡Ah, perdón! Señor —Alexby no podía creer lo que veía, Merlon nunca había golpeado a algún héroe, no que él recuerde.

—Hostia, que tiene vida —Merlon volteo a ver a Alexby ante el comentario. Alexby levantó las manos en señal de rendición. El sonido de pasos llamó la atención de los héroes, se trataba de una joven con una bata blanca y pinzas en mano, Quackity la recordaba, se trataba de una de las doctoras que había en la aldea.

—Mi compañera ha llegado, trae las herramientas esenciales por si el parto se complican —explicó el doctor, Staxx miró con horror las pinzas que traía la joven en mano—. Vamos —los héroes asintieron, empezaron a caminar detrás de ellos, el único problema que se presentó fue Staxx, quien estaba manifestando unos enormes gases que lo hacían volar por los aires.

—No os preocupéis, héroes, ir despacio —aconsejó el doctor, Rubius suspiro, no se consideraba el héroe más paciente de Karmaland, una idea se le ocurrió.

—Ten, súbete —de su mochila sacó una bicicleta, algunos héroes hicieron una mueca al darse cuenta de que era una bicicleta—. Una bicicleta de Bear bikes —Staxx hizo caso y continuaron el viaje, no pasó mucho tiempo cuando llegaron a los restos de la nave.

—Hay que sumergirnos para llegar a los restos de la nave —comento el doctor, Vegetta asintió.

—Protejan a Staxx —exclamó, los héroes asintieron. Los héroes sujetaron a Staxx y empezaron a descender por las profundidades del lago, con mucho esfuerzo y trabajo Staxx logró llegar al pasadizo de la nave. Se tensó al estar nuevamente en aquel pasillo, creía haber superado su miedo. Sus compañeros no se dieron cuenta cuando Staxx dejó de caminar con ellos; los héroes estaban más concentrados en lo que ocurría con Merlon.

—Héroes, creo que...hasta aquí llegué —suspiro el viejo. El doctor asintió ante esto.

—No os preocupéis, héroes. Yo os guiaré —el doctor dio una mirada al grupo de héroes, frunció el ceño al darse cuenta de que su paciente no se encontraba ahí—. ¿Dónde esta Staxx?.

Los héroes no respondieron, empezaron a buscar con la mirada a su compañero más no lo veían cerca.

—Hay que buscarlo -ordenó Vegetta—. ¡Staxx! —sus compañeros siguieron su ejemplo y empezaron a buscar a su compañero, Quackity se encontraba regresando por el pasillo cuando escuchó un suspiro, observó que la fuente del suspiro se encontraba encima de uno de los muros de piedra.

—Staxx, ¿Qué pasa?.

—No quiero ir —comentó, se encontraba en posición fetal, Quackity se acercó hacía el.

—No te preocupes, solo te abrirán el ano y te sacaran al niño —comentó, esperaba que eso hiciera reír a Staxx mas no lo logró.

—No quiero ir —Quackity no lo intentó convencer otra vez, simplemente se limitó a sentar junto a él, Staxx agradeció el gesto. Pasaron unos minutos hasta que llegó otro héroe, Vegetta.

—¡Staxx, baja de ahí, vamos!.

—No quiero ir, Vegetta.

—Es necesario, Staxx. Si no lo hacemos se pueden complicar las cosas para ti y para el niño —Staxx no contesto, Quackity decidió que era momento de interceder.

—No te preocupes ama, nosotros estaremos contigo —exclamó. El grito de alguien en la parte de abajo llamó su atención

—El crio tiene razón —exclamó Rubius—. Tienes a todos, a un cura, a Vegetta, a Paco porros. No tienes de que temer —Staxx se quedó en silencio por unos segundos, suspiro.

—Esta bien —exclamó, con la ayuda de sus compañeros, logró bajar de aquella pared. Quackity observó como su madre bajaba las escaleras con ayuda del oso y Vegetta. Estaba a punto de bajar cuando escuchó pisadas, observó como Merlon iba bajando las escaleras, se notaba agotado. Una ligera risa salió al ver al viejo bajar la escalera, después de varios segundos viendo al viejo intentar bajar las escaleras sintió un poco de empatía, se acercó al hombre.

—Por aquí —Quackity ofreció su brazo para ayudarle a bajar las escaleras, Merlon aceptó.

—Gracias, muy amable.

Ambos empezaron a bajar con cuidado las escaleras, ambos empezaron a bajar por las escaleras mientras conversaban sobre Staxx y porros.

—Vamos solo uno —exclamó mientras le extendía un porro al hombre. Merlon sólo entrecerró los ojos—. No es como si fuera a pelear junto a nosotros —comentó. Merlon suspiro, esperaba no arrepentirse de lo que iba a hacer.

—Está bien —comentó, Quackity se alegró al darse cuenta de que había logrado convencer al mayor—. Ni una palabra sobre esto —sentencio, la forma en que lo había comentado hizo a Quackity tensarse.

—No se preocupe don, es más, yo lo cubro —Quackity cubrió a Merlon mientras este probaba el porro—. ¿Le gusto? —preguntó, Melron no dijo nada, simplemente se limitó a caminar a acompañado de Quackity—. Hasta camina más rápido, le dije que era medicinal.

Merlon iba a hablar cuando un temblor en la nave hizo a los héroes detenerse, un enorme rugido hizo estremecer a los presentes, de uno de los pasillos del lugar, apareció un enorme extraterrestre de color azul claro; Staxx lo reconoció inmediatamente, el miedo lo inundó. Sus mayores temores y pesadillas se estaban haciendo realidad. Aquel ser observó a todos los presentes, escaneo con la mirada a cada uno de los héroes buscando a alguien, se detuvo al encontrar a Staxx, sonrió al verlo. Staxx tembló al ver que lo había encontrado. Los héroes se dieron cuenta de esto y cubrieron a su compañero, todos los presentes sabían lo que estaba por acontecer, la batalla estaba por comenzar.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora