He consumido muchas sustancias en mi vida y a ninguna me volví tan adicta como a esos malditos ojos y por si eso no fuera suficiente no logro decidir entre el hijo y el padre esta relación se ha vuelto tan enfermiza qué deberían enviarme al psiquiat...
-¿Puedo? *Menciona el pelinegro sujetando su miembro erecto en dirección a mi entrada* -Me ofendería si no te hicieras responsable... solo mira como me dejaste. *separó mis pliegues suavemente mostrandole lo jugosa qué estaba*
El chico trago saliva y lo puso en mi con lentitud, mis gemidos se hicieron presentes al sentir como me llenaba poco a poco con su enorme polla, definitivamente estaba dotado el muchacho no podía quejarme. Me embestia tan deliciosamente mientras sujetaba mi cabello. Separe mis piernas para que acomodara su pelvis en medio lo mejor que pude ya qué el baño del club era un poco estrecho.
Bajo mi mirada para ver como entraba y salía de mi acompañado del exquisito sonido de mi húmeda entrada. Aún no lo metía por completo quizá intentaba no hacerme daño así que lo enrede entre mis piernas y sus hermosos ojos me miraron en busca de una señal.
-Lo quiero todo.
El puso un gesto de placer qué me erizo la piel y lo siguiente qué sentí fue como golpeaba con fuerza mi matriz revolviendo todo mi interior, mis gemidos subieron de tono mientras que el mantenía una respiración agitada y suspiraba de placer.
-Carajo...sigue así porfavor ummm.
El pelinegro me sujeta de los glúteos y levanta mi cuerpo del inodoro para ponerme contra la pared del baño me sujeto con fuerza de su cuello para no caer mientras siento como entra más y más profundo dentro de mi. Mis fluidos se deslizaban hasta caer al suelo estaba por llegar al orgasmo pase mis manos por debajo de su ropa para aruñar su espalda y el gruñe en mi oreja haciendo delirar mis ojos se desorbitan al sentir las contracciones más y más.
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-Lo siento... Voy a...
-hump yo también...estoy en el límite.
-correte conmigo... *paso mis manos por su bello rostro mientras intercambiamos miradas placenteras sin dejar de embestir con fuerza* El sonido de su pelvis impactando mi entre pierna empapada me llevo a otra dimensión y libero tremendo squirt en el baño mientras me retuerzo de placer por su parte el me moja el abdomen con su espeso semen para después bajar mi cuerpo poco a poco. Mis piernas temblaban apenas y podía sostenerme en pie.
Mi teléfono no paraba de sonar era momo quien ya llevaba varias horas sin saber nada de mi y siempre entraba en pánico.
Escribía un texto sentada sobre el inodoro mientras el pelinegro se enjuagaba su rostro. Antes de decirme cualquier cosa me despedí de el.
-Eso fue... De lo mejor chico te doy un 10 bueno debo irme gracias me divertí muchísimo.
-¡oye espera!... Por lo menos dime tu nombre...*el pelinegro observa un llavero de gatito qué había dejado en el baño y lo guarda en su bolsillo*
Ese mismo día por la mañana...
Estaba en casa de mi mejor amiga momo saltandonos las clases, qué más da si de cualquier manera no terminaré el último año de preparatoria en mi ciudad.
