Pudin de Chocolate

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A la hora de que Carl se fue no había pasado nada, Oliver todavía no llegaba por lo que me estaba preocupando mucho, salir a buscarlo no era una buena opción para mi teniendo a Sophie que en estos momentos estaba jugando en el suelo con unos juguetes que traía en su pañalera, por suerte ella no era de esos bebés que hacían ruido todo el tiempo, era muy tranquila para ser un simple bebe por lo que empiezo a creer que no somos de la misma madre.

Mientras tanto yo estaba revisando por las ventanas si había algún caminante o más cerca, tenía pensado irme hasta la casa del vaquerito porque sabía que cuando sea más tarde mi hermana iba a llorar, eso atraería a más caminantes y yo solo tenía un cuchillo porque el estúpido de mi mejor amigo tuvo la brillante idea de llevarse el arma y no volver.

Más le vale que vuelva como caminante o lo convierta en uno.

--Okey Sophie querida, ahora vamos a salir a la calle y yo lo único que pido es que no emitas ningún tipo de ruido que pueda ponernos en peligro porque si eso llega a pasar no podremos comer galletitas nunca más—era algo tonto rogarle a mi hermana que no tiene ni un año de vida que no haga ruido, pero su cara decía que había entendido la misión.

Puse todas las cosas de la pañalera en mi mochila para no tener que cargar tres cosas a la vez, era fuerte pero no tanto dios mío. Tome mi cuchillo poniéndolo en la parte trasera de mi pantalón para que sea más fácil agarrarlo, coloque a Sophie en una especie de canguro para bebes hecho con unas sábanas que encontré en una de las habitaciones, esto me iba a permitir tener mis dos manos libres en caso de que pase algo, tome mi mochila y salí de la casa, me dirijo a la calle que estaba a mi izquierda tal y como lo había dicho Carl

Al pasar los minutos vagando por la calle, no veía ninguna lata por lo que me preocupaba mucho y me estaba arrepintiéndome de salir.

--Estúpido vaquerito, llego a no encontrar esa lata y matare a cualquiera que pase al lado mío--maldije a lo bajo observando hacia todos lados en busca de la lata.

De pronto observé a lo lejos el pedazo de metal que venía buscando desde que salí de la casa por lo que empecé a caminar con rapidez hacia allá, un gruñido hizo que me diera vuelta, pero sin dejar de caminar y era un caminante a lo lejos siguiéndome así que no me preocupe mucho porque ya estaba a escasos metros de llegar al lugar, seguí caminando con rapidez y cuando llegue observe por la ventana hacia dentro buscando algún rastro de vida, ahí estaba el vaquero, este estaba sentado en el suelo con la pistola en la mano.

¿Y si se mató? Eso me hizo preocuparme, pero no podía entrar porque desde la ventana en donde lo veía a él también se notaba que la puerta de la entrada estaba trabada con un sillón así que no me quedo de otra que corre hacia la puerta trasera, debería haber una, ósea, todas las casas la tienen y si esta no posiblemente tendría que romper una ventana.

La casa si tenía puerta trasera y para mi suerte no la habían bloqueado, es algo riesgoso dejar una puerta sin seguro, pero no puedo opinar siendo la chica que dejó encerrado a un caminante en la misma casa donde iba a dormir. Me adentre a la casa buscando el salón donde estaba Carl, camine hacia él al verlo ahí tirado en el suelo sin dejar de mirar el suelo y me agache a su altura para que se dé cuenta de mi presencia.

-Carl...--susurré para que no se asustara, le puse una mano en su hombro y con la otra mano intentaba sacarle el arma que sujetaba.

Al escuchar mi voz, Carl levantó su cabeza dejando ver su cara llena de lágrimas, su mirada no dejaba de ver la mía.

- ¿Por qué estás aquí? ¿Y Sophie? -pregunto preocupado, al ser de noche, no se notaba que Sophie estaba en mi pecho por la sábana que la tapaba.

-Sophie está aquí, mira- le dije mostrándole que estaba durmiendo. -Vinimos porque mi amigo todavía no volvió y no quería pasar la noche sola con ella.

𝑇𝒉𝑖𝑠 𝐿𝑜𝑣𝑒˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗ 𝐶𝑎𝑟𝑙 𝐺𝑟𝑖𝑚𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora