No hay nada mejor que formar una amistad con una persona que vive a más de nueve mil kilómetros y que jamás en tu perra vida vas a conocer.
Tiene sus desventajas, pero a Luzu y Quackity realmente no les importa.
-Sólo se shipean a los cubitos.
¿Se sentía de la verga? Si. En toda la semana tuvo que quedarse despierto hasta tarde para mejorar en el bendito juego. Eso, más los reclamos de su jefe para que regresara el dinero ya lo tenían agotado. A veces tenía ganas de propinarle un buen golpe al señor para que se callara.
En fin.
Miró la hora en su reloj, ya no faltaba mucho para que finalmente se fuera a su casa para entrar al torneo. Aunque no se esperaba que el torneo empezara como a las dos de la tarde. Tuvo que pedirle un "favor" a Juan para que cubriera su turno. Entre comillas el favor porque en realidad lo chantajeó con una foto que Juan no quería que su queridísima novia lo viera.
No era nada malo, sólo Juan siendo Juan.
Colocó el letrero en frente de la caja registradora indicando de que ya no iba a atender. Realizó el conteo del dinero unas tres veces y cuando vio que todo estaba en orden, soltó un pesado suspiro.
Salió de su puesto y se dispuso a buscar a su amigo con la mirada. Lo encontró, estaba conversando con Missa. Enarcó una ceja. Estaba seguro de que Juan no era de hablar con Missa, y lo entendía, el chico era tímido.
—Apúrale Juan, ya me tengo que ir.
—Espérate ¿No ves que ando ocupado con alguien? Grosero de mierda.
Quackity sacó su teléfono y miró a Juan de forma retadora.
—Me pregunto qué opinará Ari de tu foto, ya sabes, esa donde estás sobre una me- —habló a medias, ya que Juan se le acercó rápidamente a cubrirle la boca.
—Completa la maldita oración y no te vuelvo a hacer ningún favor.
Se miraron durante unos segundos hasta que se separó rápidamente del chico haciendo una mueca de asco mientras limpiaba la palma de su mano húmeda con las esquinas de su pantalón.
—Eso fue asqueroso.
—Tú empezaste poniendo tus manos pajeras en mi boca. El asqueado debería ser yo —sentenció Quackity.
Intercambiaron algunas palabras y luego se despidieron. Cuando pasó al lado de Missa, hizo un ademán, pero lo único que ganó fue la mirada culpable del chico. Ciertamente le pareció raro, pero decidió no darle vueltas al asunto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
BLz_Vlogs. Hoy es el torneo ¿Participarás? Deberíamos hacer una apuesta. Ya sabes, para que sea entretenido.
Quack_ty. Que te importa si participo o no. Vaya a apostar con su abuela.
Dejó el teléfono sobre el escritorio. Miraba con cierto nerviosismo la pantalla de carga del juego y mordía las uñas de sus manos mientras escuchaba la risa de sus amigos en el discord. Aunque apenas llevara una semana jugando, esperaba realmente ganar. Necesitaba el dinero.
Abrió la ventana del navegador buscando el en vivo del torneo. Por lo que entendió de la explicación de Roier, era un torneo organizado por un jugador profesional, sólo era algo armado por mero entretenimiento y que el premio sólo era un incentivo para que muchos se animaran a participar. Quizá para el primer mundo el premio no era mucho, pero para ellos sí que lo valía.