Capítulo 6

1 0 0
                                    

Kayla

Lili cuánto te vea te mataré

¿Por qué no me pude esperar a estar en mi habitación para esto? ¿Cómo voy a disimular esto frente a Peter?

Se me había ocurrido la maravillosa idea de abrir el regalo de Lili en el baño del lugar dónde estoy con Peter, y dentro de la bolsa no había nada más ni menos que un vibrador

"Esto te ayudará a relajarte cuando estés pensando en muchas cosas, úsalo responsablemente

Te quiere Lili (por favor no me mates)"

Claro que lo haría, solo ella haría algo como esto

El vibrador es de esos que van dentro de nuestra flor y se pueden controlar las vibraciones con una aplicación en el teléfono

Esto no ayudaba un carajo a mi situación actual

Toda mi sangre se había concentrado en mi parte íntima por las caricias que Peter había dado sobre mi pierna (que no eran para nada inocentes), estaba hecha un manojo de nervios desde hace minutos

Ahora hay que sumarle el asombroso regalo de Lili

Me paré enfrente del espejo para tomar una respiración profunda, me lave la cara en un intento muy tonto de que dejara de parecer un tomate (claramente fallé), con eso salí del baño disimulando lo más que podía

– Kay – me asusté – ¿Estás bien? Estás literalmente roja... ¿Pasó algo?

– Mm – demonios, los nervios me están ganando – s-si – me aclaré la voz – todo bien Peter

– ¿Segura? – esté me miró raro pero profundamente, lo que hizo que mis piernas se parecieran gelatina

Rápidamente me senté y asentí, me costaba formular una sola palabra

Para mí suerte la comida llegó y Peter se olvidó del tema, hablamos de varias cosas en lo que comíamos

– ¿Vamos a mi casa a hacer stream después? – preguntó

– Mm... si, claro. Primero déjame en mi casa para cambiarme de ropa – él asintió en respuesta

Mi rostro aún seguía rojo y no me sacaba de la cabeza el increíble regalo de Lili

– Kayla ¿Estás segura de que estás bien? ¿No tienes fiebre? – su mano se acercó a mi frente para verificar mi temperatura

Por alguna razón su toque lo que hizo fue encenderme más de lo que ya estaba, una gota de sudor cayó por mi frente y un cosquilleo se hizo presente en mi zona íntima. Apretaba mis piernas lo más que podía para intentar aliviar un poco la sensación

– Si si, no te preocupes – intenté restarle importancia

Peter asintió no muy convencido y siguió comiendo su pizza, por un momento su teléfono se cayó de la mesa y se tuvo que agachar por un momento

Mi mente estaba centrada en olvidar ese sentimiento de necesidad que había en mi cuerpo, lo peor es que estoy en mis días de ovulación¹ y eso lo hace 3000 veces más difícil

Poco tiempo después acabamos de comer y salimos de allí, la tía de Peter se despidió de mí con mucha efusividad, lo que me calmó un poco y me alegró que fuera así conmigo

La mano de Peter se posicionó en mi cadera hasta que llegamos al auto y este me abrió la puerta para que yo subiera. El camino a mi casa fue silencioso pero cómodo, él volvió a colocar su mano en mi muslo haciendo que me volviera loca, puedo asegurar que mis bragas estaban completamente mojadas

La Mejor JugadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora