More than enough / [Minsung]

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Las cortinas de la biblioteca se movían de forma suave gracias a la brisa que entraba por una pequeña rendija de la ventana, haciendo que se vieran unos pequeños reflejos de los rayos del sol que yacía fuera.
Un suspiro bajo hizo que moviera la vista hacia mí lado, pero ni siquiera me esforcé en mover mi rostro. Ví como Yunmin pasaba página de su cómic nuevo con una sonrisa, si no mal recordaba se lo había regalado una amiga del colegio y estaba emocionada por saber de qué trataría la historia.
Nunca entendí los gustos de mi amiga, pero tampoco los cuestionaría ya que no me incumbía, de todas formas. Recuerdo levemente que no hace mucho había mencionado algo con un nombre extraño, quizás serían unas siglas en inglés ¿BL?¿BK? No estaba seguro, pero sabía que era algo que hacía mención al romance entre hombres. No diría que es una abominación, pero siempre se me hizo curioso el porqué de su gusto tan exótico.

—Jisung —mencionó en voz baja, tratando de no llamar la atención de la Señorita Kang o estaríamos en problemas.

— ¿Mhm? —le respondí con pereza, probablemente solo querría decir algo que no venía al caso o que era poco o nada importante para mí.

— ¿Sabes que es el Omegaverse? —preguntó con una sonrisa tan grande y brillante que sus regordetas mejillas -al igual que las mías- se alzaron luciendo aún más rellenas.

Con un suspiro, giré mi cuerpo hasta quedar mirándola de frente. Fruncí los labios al ver como la ya no tan suave brisa había movido sus lacios cabellos hasta casi lograr un nido de pájaros. Rodando los ojos me incliné sobre la mesa y con su mirada fija sobre mí, acomodé su peinado hasta que según yo volvió a su forma anterior.

—Oh, gracias... —murmuró ella con un sonrojo en sus mejillas, quizás de la vergüenza de no haber notado ese detalle.

— ¿Qué decías antes? —volví al tema que sabía Yunmin trataría nuevamente, incluso aunque yo no lo mencionara.

—Cierto, omegaverse... ¿Sabes qué es? —sonrió de vuelta y cerró su libro poniéndose de pie.

—Para nada —negué suavemente, la palabra solo me recordaba a matemáticas, en la cual tampoco era tan bueno que digamos.

—Pues, es un mundo alterno —comenzó a caminar entre saltitos haciendo que su cabello negro oscuro se moviera a la vez, brillando por los reflejos de luz de la ventana.

— ¿Un mundo alterno?¿Hablas de algo como Marvel? —me crucé de brazos mientras imitaba su acción de ponerme de pie y la seguía entre los estantes.

—Mhm... no exactamente. Es un mundo donde suceden cosas que involucran le genética humana y cambios corporales —menciona con alegría, interesada en el tema —. Algo así como un mundo donde la biología creó cosas que en este universo no existen.

— ¿Cosas cómo qué? —pregunté en mi inocencia, sin saber de qué hablaba en realidad.

—El embarazo masculino —girándose un poco me miró por sobre su hombro y me dió una sonrisa traviesa mientras su cabello azabache ondeaba nuevamente por la brisa.