◈ Capítulo 6 ◈

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6|| La historia de cómo un beso me hizo perder la consciencia.||

Emperor's New Clothes - Panic! At the disco

Jameson:

Yo:
"La única forma de librarse de la tentación es caer en ella"
Óscar Wilde. El retrato de Dorian Gray.
Buenos días, chula.

Robin 🔮:
Horóscopo de Aries.
No te desanimes si sientes que has fallado. No se puede tener éxito todo el tiempo y eso es normal. Intenta delegar.
Si, bueno, no creo que vaya a ser fácil para ti esa última parte, pero cruzo los dedos.
Suerte en la práctica, grandulón.

Yo:
¿Alguna vez te he dicho que no eres nada graciosa?
🙄

Robin 🔮:
Ajá, sí, pero no creo haber preguntado tu opinión ninguna de esas veces.
😘

Yo:
Tienes suerte de que me agrades.

Robin 🔮:
No, tú tienes suerte de que me agrades.

Sí, ahí teníamos razón ambos.

Bien, al menos el maldito horóscopo había regresado. ¿Lo necesitaba para vivir? Pues no. ¿Realmente creía en algo como la jodida astrología? De ninguna manera. ¿Importaba a esas alturas lo que creía o no? Lo dudaba, pero sí lo pensaba un poco mejor, estar consciente de que se despertaba todas las malditas mañanas y lo primero que hacía incluso antes de beber café era pensar en buscar mi horóscopo para mandármelo, entonces no me iba a quejar.

Porque eso significaba que mi nombre era lo primero que le aparecía en la mente al abrir los ojos.

No era como si fuese unilateral.

¡Carajo! Me escuchaba como un imbécil, necesitaba con urgencia sacármela de la cabeza, al menos por un jodido día, no pedía nada más. De verdad. Veinticuatro horas libre de su nombre en la punta de la lengua.

—Eso que veo en tu fea carota ¿Es una sonrisa? —preguntó Nash con burla mientras se acercaba a la camioneta de River, en donde me encontraba recargado, instantáneamente me puse rígido y la media sonrisa se desvaneció convirtiéndose en nada más que una mueca de desagrado.

A Hardey le tocaba llevarnos hoy.

Normalmente los conductores designados por las mañanas éramos el Cap y yo, pero ambos habíamos estado hasta el culo de trabajos escolares, por lo que manejar antes de que saliera el sol, era un no rotundo.

—¿De casualidad es esa chica que te tiene registrado cómo "Caballería pesada"? —Volvió a la carga mientras subía y bajaba las cejas.

Solté un gruñido y me removí incómodo sobre la Porsche de River.

—Eres un puto dolor en mi trasero al igual que ella, espero que lo sepas. —contesté de malas maneras.

—No, ustedes dos son una puta urticaria permanente en mi culo, no me hagas ver como si yo fuese el problema aquí, idiota.

—¿Hay actualización? —Después de la noche del encarcelamiento, se podía decir que las cosas habían escalado notoriamente con De la Fuente.

El alejamiento que había puesto con el grupo debido a sus problemas amorosos se esfumó en un chasquido, y Nash sospechó al instante, por supuesto.

Reforma los límites. (Del uno al cien) EN PAUSA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora