Nuestro Secreto [Our Secret - Spainish Ver.]

4 -Spainish ver.

Ese día me desperté muy cansada, el fin de semana había sido agotador y todavía no me había acostumbrado a la cama diferente.  El café caliente estuvo a punto de quemarme la mano ya que el vaso de papel no era exactamente aislante.  Cambié de manos, moviendo también el bolso que coloqué en mis piernas.  Ese autobús no paraba de desalojarme de un lado a otro.  Suspiré ruidosamente.
"¡Detener!"  Una chica de cabello negro detuvo al conductor despertándome de mis pensamientos, debí bajarme allí también.
Tomé todo en la mano y bajé ese escalón que seguramente era demasiado alto con tacones, caminamos juntas, sentí que ella detrás de mí me seguía hasta la entrada del hotel.
«Hola principiantes» bromeó alguien de traje y corbata quien nos recibió a mí y a la chica de antes con una sonrisa, nos condujo a una habitación con unos lockers y vestidores, al final de la habitación había una puerta que probablemente era el baño. .  «Aquí te cambiarás todos los días, ahora tienes un uniforme temporal porque te llevaron pero la elección aún es tuya, y una evaluación final nos corresponde a nosotros.  Por favor cámbiate de ropa y ve al Salón" Inclinó levemente la cabeza y salió de la habitación.
«Encantada de conocerte de todos modos, soy Momo Yaoyorozu» Se presentó con un gesto de la mano antes de girar hacia su casillero y abrirlo, «Kim Gyeoul, el placer es mío».  Le sonreí a la chica y también me dirigí hacia el casillero.  Tenía una placa de metal con mi nombre grabado, ya habían pensado en todo.  Lo abrí y tomé ese uniforme compuesto por una camisa roja sin mangas y pantalón negro, en la camisa había una segunda placa grabada.
Me cambié en el camerino y salí hacia el Salón, Yaoyorozu ya estaba allí.
«Bienvenido al hotel Hanakoro, en este día de prueba y probablemente también en las siguientes semanas trabajarás en el Salón, como recepcionista» Se explicó bien, acompañándonos a nuestras estaciones y explicándome claramente cómo hacerlo.  Así que mi jornada laboral comenzaba con mi café junto al ordenador y mi postura perfecta esperando a los clientes.
El hotel no era grande pero parecía tener mucha fama debido al constante ir y venir de clientes.
Pidieron habitaciones, información, precios, descuentos, japonés, chino, tailandés, inglés pero ni una palabra en coreano.  Mi suerte, como siempre, se hizo sentir.

||“Maldito KimGi, no puedo tomar mi presión arterial” decía un mensaje de Jinh, quien no podía escribir nada.

"Estoy en el trabajo, él estaba en casa" respondí brevemente tratando de no distraerme mucho, pero me había pillado en ese momento con la menor cantidad de clientes y no tenía excusa para no calcularlo, así que escribí algo más.
"Estaba en la silla de tu habitación"

||"sí"

"¿que sí?"

||"No encuentro mis AirPods"

"al menos puedes escribir eso" me reí ante la pantalla antes de colocar el teléfono en mi bolsillo y volver a concentrarme.

•••

"¿Es gratis?"  Llamé a la puerta del baño y al no obtener respuesta entré, me senté en el inodoro cerrado y apoyé la espalda contra la pared, dejando escapar un suspiro mezclado con lágrimas.  Mis piernas casi temblaban, mi espalda todavía se sostenía pero mis pies comenzaban a sentirse incómodos con esos tacones de mala calidad que tenía ese día.
No puedo soportarlo más.
Cogí el teléfono para escribirle a Jinh, ya le había escrito antes pero aún no me había respondido.
Le envié unos diez mensajes e hice sonar su teléfono pero nada.
Me di por vencido.
Me volví a poner los zapatos y salí del baño disculpándome con Yaoyorozu-San por la espera, ella amablemente me había reemplazado.

«Kim Gyoul-San» me llamó el hombre de traje y corbata quien, mirándolo con atención, tenía la misma cara que la primera vez que vine aquí, definitivamente era el chico del primer día «Sero Hanta?»  Le pregunté, tal vez sonando impertinente pero ella me recibió con una sonrisa. «Te acordaste, estoy feliz.  Mira, tenemos una petición que hacerte, ¿podemos hablar de ello aquí o prefieres en privado?"
"Está bien aquí, no creo que sea nada tabú".  Dejé mi puesto para acercarme al chico de rasgos familiares, probablemente también coreano.
«Tuvimos un problema con nuestro empleado, necesitamos una mano para limpiar las habitaciones de la planta baja» Frunció los labios, sabía bien que no era un trabajo digno pero no podría haberme negado el primer día. Por mucho que quisiera aprovechar su amabilidad.
"¿Debería encargarme de eso?"  Pregunté en busca de una negativa pero no llegó.
«Exactamente, queríamos preguntarte esto.  En fin, el día ya está terminando, solo le quedan un par de horas" levantó la muñeca para mirar el reloj "Tres horas para ser precisos.  Si no te resulta difícil nos gustaría que continuaras unos días"
Apreté los dientes y tragué fuerte «No hay ningún problema-» sin aliento me interrumpió, continuando con su discurso «Entonces ven, te acompaño y te doy las llaves de las habitaciones, por favor no las pierdas» Yo Me acompañó hasta el pasillo que debía atender, me entregó las tarjetas de las habitaciones y me mostró el carrito con las cosas a limpiar.
No quería ser ama de llaves y había escrito a propósito "No sé limpiar" en mi CV.  ¡¿Qué es lo que no entiende?!
Respira KimGi.
Asentí, tomando lo que necesitaba y dirigiéndome hacia la primera de las 22 habitaciones del pasillo, podría haber muerto allí.