Capítulo Único

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Advertencias: Spoilers de Whole Cake Island y cosas importantes de demás arcos en adelante. También habrá un poquito de lemon LuSan. 

Los matices del atardecer tejían una armonía única en la calidez del East Blue; los rosados, anaranjados y amarillos danzaban entre las nubes, como si el cielo mismo se deleitara en su paleta de colores

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Los matices del atardecer tejían una armonía única en la calidez del East Blue; los rosados, anaranjados y amarillos danzaban entre las nubes, como si el cielo mismo se deleitara en su paleta de colores. La luz crepuscular enmarcaba con delicadeza las hojas de los árboles de mandarinas que continuaban cayendo, como confeti de la naturaleza, añadiendo un toque de gracia a un momento que parecía suspendido en el tiempo.

Una chica de cabello anaranjado, la navegante de la tripulación, se hallaba ocupada junto al francotirador, recolectando mandarinas en una gran canasta de mimbre. Le pediría al cocinero que le preparara algún delicioso postre para satisfacer su antojo de aquella adictiva fruta.

En la cabeza del Going Merry, Sanji estaba sentado con Luffy descansando su cabeza sobre sus muslos. Dormía plácidamente, emitiendo suaves ronquidos que se mezclaban con la suave brisa marina. Sanji acarició con ternura el cabello de tono carbonizado y ajustó el sombrero de paja en su cabeza que el D decidió prestarle por un rato. Mis dos tesoros juntos, había dicho antes de conciliar el sueño y sentir la risa suave de su cocinero emergiendo como notas musicales que arrullaron su sueño y lo sumieron en una paz profunda en medio de ese momento compartido.

Al principio, dejar atrás lo que Sanji solía llamar condenado restaurante, y formar parte de la joven tripulación pirata le generó ciertas dudas. No obstante ahí se encontraba, en camino a convertir al intrépido y energético Monkey D. Luffy en el próximo Rey de los Piratas.

A partir de ese momento y buscando provisiones para el pequeño navío, la partida para salir de Loguetown se convirtió en una travesía de la que apenas lograron salir con vida, especialmente el capitán, quien estuvo a punto de ser ejecutado por el payaso loco Buggy. Si no hubiera sido por aquella tormenta providencial, su destino habría sido muy diferente. Sanji en medio de sus pensamientos, se preguntaba cómo su capitán había sobrevivido a ese estrecho escape. Todo apuntaba a un milagro, de esos que se ven pocas veces. La incertidumbre lo invadió, y aunque quería agradecerle a alguien o algo por la supervivencia de Luffy, no supo a quién dirigir su gratitud. Sin embargo, estaba feliz.

Una nueva aventura comenzaría y las aguas que rodeaban el barco eran inusualmente serenas, acariciándolo con su suave vaivén. Era la calma que seguía a la tormenta, un momento de tranquilidad antes de lo que todos sabían que sería un viaje desafiante. Incluso Luffy aprovechaba ese respiro. Todos en la tripulación eran conscientes de que atravesar la Reverse Mountain para ingresar al Grand Line no sería fácil y que las sorpresas pronto se convertirían en una lluvia incesante de misterios y aventuras.

—Sanji. —Comenzó a canturrear una y otra vez mientras el astro rey se ocultaba y el frío se hacía más intenso. Se abrazó aún más a los muslos del oji zafiro en busca de calor. Una ráfaga de viento lo sacudió de su letargo, y se puso de pie de un salto. Observó la curiosa mirada y esta vez se sentó a su lado, llevando uno de sus brazos traviesos a la cintura del otro. Ambos apegándose y dándose calor.

Vulgar Pirata「 LuSan OS 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora