Capítulo 4

390 47 26
                                    

No estoy seguro de poder manejar algo complicado en este momento. Dios, Louis, eres un idiota, piensa para sí mismo mientras se relaja con una mascarilla dentro de la bañera de Niall.

Tu vida siempre ha sido complicada, pero en el momento en que finalmente te sucede algo bueno, ¿usas "complicado" como excusa?

Louis comienza a pensar que tal vez él sea el drama de su vida. Así que levanta su culo de la bañera y se mete dentro del coche de Niall, desafiándose a sí mismo para conducir al otro lado de la carretera —, y al otro lado del coche—, y compensar lo que le dijo a Harry antes.

No sin antes continuar adecuadamente con su rutina de cuidado de la piel, obviamente.

La casa de Harry tiene un letrero similar al de Rosehill Cottage en la entrada, excepto que dice Mill House.

Louis toca el timbre y arregla su ropa mientras espera que Harry abra la puerta. Eligió un traje de invierno elegante, pero sexy, y no hay mejor momento para usarlo aquí que cuando llegas por primera vez a la casa de un hombre británico atractivo con vino y queso caros.

Cuando Harry abre la puerta, parece un poco sorprendido al ver a Louis parado al otro lado. Lleva la camisa ligeramente desabrochada y el pelo ligeramente despeinado, y lleva sus habituales gafas de montura negra. Parece un sueño.

—¡Sorpresa! —, exclama Louis, levantando su bolsa de golosinas.

—Definitivamente lo es... Louis, ¿qué estás haciendo aquí? —. Pregunta Harry, acercando la puerta a su cuerpo, lo único que se podía ver era a él mismo y la pared.

—Bueno, mientras me relajaba en la bañera y contemplaba la vida, me di cuenta de lo jodidamente idiota que he sido contigo. No podía dejar de pensar en ti y en el tiempo que pasamos juntos. Y llegué a la conclusión de que la vida no es divertida sin un poco de complicación, ¿no? Podemos hacerlo complicado, lo lograremos. Así que acabo de llegar a...—, un fuerte sonido proveniente del interior de la casa lo interrumpe, y con los ojos muy abiertos y una cara preocupada, Harry se da vuelta para verificar la fuente del ruido. Acerca la puerta aún más a su cuerpo—. No estás solo, ¿verdad?

Harry suspira, pasando sus manos por su cabello.

—No lo estoy, y es un muy mal momento, Louis, lo siento mucho...

—No... no, no lo estés. Debería ser yo quien se disculpara, ¿en qué estaba pensando? Invitándome a tu casa de la nada, claro que tienes compañía. Lo siento muchísimo, Harr...

Louis se interrumpe con un grito ahogado cuando la puerta se abre más, pero esta vez no por Harry. Una pequeña mata de rizos asoma su cabeza detrás de la puerta, curiosos ojos color avellana mirando a Louis.

—¿Quién es, papi?

—¿Papi?

Harry frunce los labios, frunciendo el ceño hacia Louis como diciendo lo siento mucho, y pasa su mano por la cabeza desordenada de la niña.

—Soy... soy papá. Amanda, este es Louis. Louis, mi hija Amanda.

Louis mira boquiabierto a Harry. La niña sonríe. Ella tiene sus hoyuelos.

—¡Hola Louis! Soy Amanda. ¿Cómo estás?

A Louis le toma varios segundos bajar sus grandes y sorprendidos ojos azules de Harry a la niña que le sonríe junto a Harry. Su corazón late muy fuerte en su pecho, pero aun así se agacha para mirarla a los ojos. Habla en voz baja.

—Hola Amanda. Estoy bien. ¿Y tú?

—¡Estoy genial! ¡Es noche de chocolate caliente! ¿Va a entrar, papá? —, pregunta, mirando a su padre.

If Kisses Where Snowflakes • [ls ; traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora