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-¿Hey si creen qué se ve bien?-. pregunté una vez más al salir del vestidor de mi cuarto.- Me encanta el vestido pero no creen que estaría mejor algo un poco más sencillo?

-¡Estás loca, niña! ¿Cómo piensas qué yo con la trayectoria que tengo voy a dejar que estés vestida sin excesos y lujos? un día tan especial para tí, te casas con el amor de tu vida -. Exclamó horrorizado mi estilista y diseñador mientras me daba un leve pellizco en el brazo a lo que automáticamente mi madre apoyó

-Te ves como una princesa, mire nomás que chulada mija toda una Cabrera

Me miré una vez más al espejo y comencé a modelar el vestido que había elegido hace casi 7 meses cuando mi futuro espero me propuso matrimonio en una playa de Mazatlán.

Definitivamente si hice una buena elección al elegir el vestido, Cristhian tenía razón el vestido gritaba excesos y lujos en todas partes, tengo que admitirlo soy buchona de closet.

Definitivamente si hice una buena elección al elegir el vestido, Cristhian tenía razón el vestido gritaba excesos y lujos en todas partes, tengo que admitirlo soy buchona de closet

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La puerta del cuarto fué abierta y el causante de todo fué el amor de mi vida y mi prometido Dámaso.

-¿Ontaa' la mujer más chula, hermosa y preciosa que hay en el mundo? -.gritó al entrar a la habitación, mi reacción fué esconderme ya que tenemos la creencia de que el novio no puede ver a la novia con el vestido antes de la boda.

-¡Vete de aquí Dámaso, no puedes ver a la niña con el vestido puesto!-. Gritó mi ama y Cristhian mientras lo sacaban del cuarto

-Nambre' suegra si ya la ví, te queda 10/10 guapa -. Fué lo último que dijo antes de salir del cuarto gracias a los empujones que hicieron los otros dos

-Okeis para que para la próxima pasenle llave a la puerta, pendejas-. Cerró y se recargó en la puerta el Cristhian

Me senté en la cama y comencé a hiperventilar

-Mamá, Dámaso me vió con el vestido puesto no no no no -.Me lleve las manos a la cabeza mientras quería llorar

-Hey hey hey cálmate todo va a estar bien, mija -.Mi mamá se sentó a mi lado y comenzó a hacerme cariños en la cabeza, intenté hablar pero me interrumpió -. De igual forma faltan dos días para tu boda, qué puede pasar? Nada mija Dámaso te ama y tú a el, no es así? -. asentí.- tons tranquila

Estuvimos un rato más terminando de finiquitar todo tanto para mañana como para mi gran día, tendríamos un almuerzo en el rancho de mi padrino Ismael o “el Mayo" como muchos lo conocen. Estaríamos en familia y con nuestros amigos más cercanos, el señor Joaquín y sus hijos, la familia de mi prometido, de mi padrino y la mía.

Entré a bañarme y luego de hacer todas mis necesidades salí y me senté en la cama mientras me cepillaba el cabello, volví a ver mi vestido en el maniquí y suspiré felíz ¡Me voy a casar con el amor de mi vida!

Me pare y senté frente al vanity para empezar con mi skincare al terminar me acosté y no supe más nada de mí.

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A las 9 me levanté gracias a la pinche alarma culera pero ni modo tenía que arreglarme ya que Alfredo y Ana Lucia quedaron en pasar por mí.

Me bañé y coloqué el outfit que consistía en un skinny de mezclilla, balenciaga negros, body negro de tiras

-Siempre guapa -. Me dije a mi misma mientras terminaba de colocarme el labial nude y rociar perfume.

Recibí la llamada de Ana Lucía y bajé no sin antes tomar mi cartera y lentes Dior

-¡Sabriiii! -. Gritó mi mejor amiga Ana Lucía desde el Corvette c8 convertible 2020 de su novio Alfredo

-¡Holaaa!-. Exclamé feliz mientras me montaba en el auto

-Uyyyyyy mañana se nos casa la morrilla del grupo -. Bromeó Alfredo

-Cállate weeey que me pones más nerviosa de lo que estoy

-Déjala amor que yo también estaba así cuando nos casamos y aquí tenemos dos pinches años soportandonos -. Me defendió mi amiga

Alfredo abrió la boca en forma de sorpresa e indignación

-¿Cómo qué soportandonos, Ana Lucía? Si hace rato no me dijiste lo mismo -. Escupió con doble sentido

- ¡No mamen wakatelas, no quiero saber qué hacen!

-Y fué ahí mismo en el puesto que vas, no te sorprendas si el asiento comienza a llamarte tía

Hice arcadas mientras los Guzmán Abdul solo reían, Alfredo y Ana Lucía se amaban mucho y siempre se lo demostraban mutuamente, es un amor sano, se complementan el uno con el otro y sin hablar de la química que tienen ambos fácilmente es un amor que muchos podrían anhelar.

-Ni modo pues, amonos recio al rancho -.Alfredo pisó el acelerador del auto como si no hubiese un mañana

Paz | IAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora