A solo horas de su gran boda con el amor de su vida ocurrirá algo que cambiará completamente a Sabrina y así sin darse cuenta volverá a revivir los sentimientos que para ella según habían muerto, solo desea ser feliz y tener paz pero en el mundo que...
—Familiares de la señorita Sabrina Cabrera Derek?-. Una enfermera se acercó a nosotros con una lista y en verguiza nos levantamos.- Pueden pasar pero no todos a la vez ya está estable aunque sigue un poco débil y algo dopada por las inyecciones que le colocamos está en la habitación 78a mano izquierda ¿quién va a pasar primero?
La señora Samira fué la primera en entrar y salió a los minutos, Ovidio se levantó ya que quería pasar a la habitación donde tenían a Sabrina pero lo detuve
—Hey uste' calmese que voy yo —.le agarré la chamarra a Ovi y tiré de ella
—Si eres antojoso Archivaldo, no te puedes esperar?—Hizo una especie de berrinches
—Espere uste' pues
Respondí y en verguiza corrí por el pasillo ¿qué si Ovidio me siguió? Pos es Ovidio, raro fuese que no compitieramos así sea en quien se come más tamales, seguí corriendo y doblé como había dicho la enfermera en busca de la habitación 78
—¡ESPERAME PENDEJOO!
Conseguí la habitación y antes de Ovidio pudiese siguiera entrar la cerré con pestillo
—¡No mames que tramposo eres, Archi!—Ovidio comenzó a tocar la puerta
—Hey joven estamos en un hospital ¿Podría bajar un poco la voz? Por favor —Se escuchó al otro lado de la puerta y me puse la mano en la boca para no reírme
—Eh si si disculpe oiga— sentí la mentada de madres telepáticamente del Ovidio, obviamente me carcajee porque me imaginé su cara de pena
—Me dijeron que me trajiste tú —La voz a mi espalda me sobresalto
—Hija de tu pinche madre, ya no tengo 18 años ahora sí puedo sufrir de un infarto oiste—Me llevé la mano al pecho, olvidaba porqué había corrido hasta acá
Al girarme me encontré con Sabrina acostada en la cama y un yelco en su mano, estaba un poco pálida y su cabello se veía aún húmedo, me acerque y senté en la cama
—No sé si debo de agradecerte o mentarte la madre —la mirada que me lanzó fué un poco fría
—Con mi ama' no —Advertí
—¿Por qué lo hiciste, Iván?—suspiró
—Si quieres me levanto eh
—No hablo de que te hayas sentado aquí, sabes a lo que me refiero
¿Se refería a por qué la saqué de la tina o por qué le fuí infiel cuando éramos adolescentes?
—Si no me dices de qué hablas no te puedo responder, mija
—¿Por qué me sacaste de la tina?—Se cruzó de brazos
—¿Querías que no lo hiciera?—contrataqué
—No respondas una palabra con otra, es de mala educación
—El suicidio es un pecado y no te ando diciendo diokis—viró los ojos en forma de fastidio — ¿En serio te ibas a ir con mamá Coco por lo que pasó con el hijodesuputamadre del pinche Dámaso?
—No es por el que lo iba a hacer, era por mí—volteó su cara a otro lado
—No mames, Sabrina. ¿Por tí qué? ¿qué iba a hacer eso positivo o productivo en tu vida? ¡nada! Ahorita fueses un pinche fiambre
—¿Y si yo quería qué, Iván?
—Hey Sabrina, escúchame —la tomé de la mano donde no tenía el yelco— cualquier hombre que de verdad te valore no va a buscar alguien en la calle o te va a fallar, eres una de las cosas más hermosas y valiosas que hay en este pinche mundo y si él no lo valoró pues que chingue su puta madre
—¿Entonces tú también vas a chingar a tu madre? —me respondió con una sonrisa burlona
Iba a responderle pero tocaron la puerta me mama que Ovidio sea tan insistente, me levanté de la cama y fui a abrir encontrándome con la persona que menos pensé ver en un tiempo, el destino quería ver sangre y trajo a Dámaso
—¿Qué vergas haces aquí, hijo de tu puta madre? —me atravesé en la puerta
—No vengo a verte a ti, mis hombres me dijeron que Sabrina estaba aquí y vengo a ver cómo está —lo saqué de la habitación y cerré la puerta
—No la vas a ver fíjate— me crucé de brazos
—Vine a verla y lo voy a hacer — hizo un movimiento e hice lo mismo, ambos sacamos nuestras armas y nos apuntamos justo en la frente
—Sobre mi cadáver vas a entrar, y como sabemos que no tienes los huevos para jalar el gatillo yo lo haré por tí— seguí con mi pistola fija en su frente
—No digas mamadas, Iván. Tú no me conoces ni conoces lo que puedo hacer por esa mujer, siempre va a ser mía y por ella mato a quien se atraviese en mi camino
Se escuchó un disparo y seguido un pequeño grito ----- Capítulo dedicado a _mlvddoll y ovisofine las tqm✨♥️
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