No es la hora...

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Cuando pienso que nada puede ser peor, ella aparece, como susurro a media noche, seduciendome con ofrecerme lo que mis deseos esconden, eso que pido a voces cada día y con cada acción. Me seduce con sus promesas motivandome a dar el primer paso.
No sé en qué momento me deje atraer y aquí estoy, en un filo déjandome llevar por ella, escuchando su melodiosa voz.
Pero porque se escucha cada vez más lejos y a la vez tan fuerte? Porqué la escucho desde el fondo si estoy tan lejos, porque siento mis pies ser atraídos como imanes opuestos desde el abismo? Porque empiezo a sentir paz?
Será porque es mi deseo de no estar compartiendo una vida que no es plena, ni me llena? Tantas preguntas de las cuales sé que ella tiene todas las respuestas... y si me dejó llevar? Y si la dejo adueñarse mi? Y si sucumbo y la acepto?

De algo estoy segura... me desea más que yo a ella, sino no estaría sonriendo victoriosa ante mis dudas... está noche no dama, tengo pendientes y que aunque se que dentro de poco me mostraré a tus pies, no pienso irme dejando una estela de dolor por los que dejo.

EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora