Heatwave - Guapoduo

Heatwave ❀

La droga se llama heatwave (ola de calor).

Se supone que emula el celo de los alfa en omegas.

Y si, Roier es lo suficientemente estúpido para probarla.

En su defensa, él estaba muy, pero que muy borracho en ese momento, y sus amigos de verdad no deberían dejar que bebiera y tomara drogas de diseño extraño.

Los amigos de Roier apestaban.

A excepción de Quackity al parecer, porque en estos momentos había un alfa caliente mirando desde la puerta, y ¡oh Dios mío!, las rodillas de Roier se doblaron ante la vista delante de él.

—Te tengo, te tengo —dijo el alfa, tirando de Roier y tomando la mayor parte de su peso a medida que se abría camino torpemente hacia el dormitorio.

El ojimiel estaría avergonzado de esto si no estuviera preocupado por la caliente piel presionado a lo largo de su cuerpo. El chico era fuerte, lo que, de acuerdo, era un punto a la hora de pedir una prostituta hombre-lobo/alfa en vez de un ser humano –tienen resistencia– pero este hombre era una obra de arte.

Roier le va a enviar a Quackity una cesta de fruta en agradecimiento si sale con vida de esta.

—Aquí vamos —dice el tipo, colocando a Roier en su cama.

El omega se da cuenta de que él está listo para la acción. Sólo lleva una camiseta blanca y unos pantalones de pijama, y whoops, ellos caen de sus caderas con un descoordinado movimiento de las manos de Roier.

—Espera, espera — el hombre está diciendo, tratando de subir sus pantalones al mismo tiempo que es un esfuerzo inútil. Roier podría haberle dicho eso, pero, está demasiado ocupado para hablar ahora, oliendo el cuello del tipo y frotando todo su pecho, agarrando su culo y moliendo...

—Oh, dios— Roier gime ante el contacto —Necesito... necesito... oh dios, me voy a morir, necesito algo, voy a...

El chico no le está tirando hacia la cama y follándolo, ¿¡Por qué!?, Dios, Por qué, cuando eso era todo lo que Roier necesita, sólo alguien que lo follara durante mucho tiempo y duro... nunca se ha sentido tan vacío, okey, y eso lo está asustando.

Sin embargo, el chico lo empuja lejos, revisando sus ojos –sus ojos están bien, es su polla la que necesita atención– mirándole serio, con sus cejas juntas como si fueran dos orugas enojadas.

—Estás drogado— dice el alfa, de forma casi acusadora.

Roier asiente, frenético y desesperado —Sí, sí, drogado, estúpido, te necesito en mí ¡ya! — él soba la cintura del chico, su pelo, sus hombros, pero sus manos siguen deslizándose, están sudorosas y sus dedos están borrachos o algo parecido, no pueden sostenerse en algo.

Él se da por vencido después de lo que se siente como un siglo de llegar a ninguna parte y se deja caer hacia delante, descansando contra el pecho del hombre.

Ya está agotado.

Él está ardiendo desde dentro. Sus pulmones duelen, sus ojos están llorosos, sus piernas están temblando, y él tiene algo resbalando por sus muslos que no quiere saber qué es.

—Por favor —murmura Roier, presionando su nariz en el pecho del chico. Su piel huele increíble. Roier le da una lamida experimental, y maldita sea, él también sabe increíble.

Sus entrañas vibran en respuesta, retumbando desde lo profundo, más caliente y duele.

—Por favor —repite, demasiado ido para decir más. Desliza su boca hacia un lado hasta que sus labios atrapan un pezón— Por favor —chupa con fervor, mordiendo con los dientes, tirando de nuevo, lamiendo la carne magullada con su lengua— Por favor, por favor, por favor —y luego se desliza por su brazo, acariciando su axila, mordiendo los músculos apretados de sus bíceps— Por favor.