El inicio.

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Narrador.

Bill Kaulitz de 17 años omega, era un chico educado y muy sobresaliente en la escuela, su manera andar y actuar eran muy especiales, Bill un chico de estatura promedio entre los omegas y muy guapo todo el colegio lo conocía pero no todo era perfecto, Bill siempre fue molestado por unos compañeros muy malos, cuando Bill iba en grado 6 llegó a esta nueva escuela y todos los chicos quedaron maravillados por su "Nueva Compañera" los chicos comenzaron a enviarle cartas, dejaban rosas en su mesa bancó, e incluso algunos le llevaban dulces, la ansiedad de Bill crecía al darse cuenta que ellos gustaban de él y ¿qué pasaría si se enteraba que era un chico?, pues eso pasó los chicos se enteraron y comenzaron a tratar mal a Bill era un grupo de 4 niños entre los cuales se encontraba Tom Trümper, él era el peor de todos.

BILL KAULITZ
-Buenos días mi amorcito ¿como dormiste mi niño?- decía mi madre mientras yo me tallaba los ojos, estaba tan cansado eran las 6 de la mañana.

-dormí bien mamá- le di un beso en la mejilla y me dispuse a ir al baño, me alise el cabello y me hice mi maquillaje que por cierto me quedo espectacular me veía muy bien.

-Bill cariño me voy, vete con cuidado, te amo-
gritó mi madre desde la parte baja de la casa, ella se iba a trabajar muy temprano y en ocasiones llegaba muy tarde.

-Te amo mamá- solo dije eso y continué con lo mío buscando que ropa debía usar y que accesorios combinaron, coloqué mis botas que tanto me gustaban y fui a buscar mi mochila, era lunes y no recordaba donde la había dejado y cuando por fin la encontré mire la hora en mi teléfono

-MIERDA 7:40- grite y salí corriendo de casa para poder llegar temprano a la escuela, cuando llegue ahí estaba el, mi pesadilla andante Tom Trümpper.

Cuando tenia 11 años lo conocí, era de mi estatura, cabello castaño llevaba unas pequeñas rastas, era muy apuesto no tengo como negarlo, pero era muy arrogante y creído y como se puede ver no nos llevábamos bien, sus padres nicolee y Gordon eran muy amigos de los míos, así que nos mirábamos muy seguido, en las reuniones familiares me ignoraba siempre así que no me importaba, pero en la escuela era diferente, él siempre me acosaba, todo el tiempo; Nunca sentí nada por este chico, hasta ahora...

-hola Billy ¿como has estado?-

-muy bien- él sabía cuánto odiaba que me llamara Billy pero no quería pelear en ese momento, en realidad no era importante para mi pero si para mis padres.

-supe que terminaste con tu novio, que lastima era la única persona que te aguantaba, ya que eres la persona más rara del mundo!-  en de momento dejo escapar una sonrisa de lado que parecía de satisfacción al haberse enterado.

Tom siempre me molestaba por el echo de que no me gustaba convivir con más personas y que siempre tuviera una cara de molesto, por lo cual no tenía muchos amigos.

-¡así es Tommy!-  dije en un tono un poco molesto

-dime, ¿acaso te importa?-

-claro que me importa!- en ese preciso momento mi corazón se paró, ¿como que le importaba?
-como no me va importar saber que te quedarás solo el resto de tu vida- y soltó una gran carcajada.

Debía suponerlo, debía suponer que solo se burlaría de mi como siempre lo hace, los fines de semana eran lo peor del mundo, puesto que tenía que verle la cara a ese idiota de Tom.

-Creo que no deberías preocuparte por eso mi querido Tommy- hablé con tal sarcasmo
-no creo quedarme solo el resto de mi vida, ahora que tus amigos se enteraron que estoy soltero no dudes que vengan tras de mi-  y ahora yo solté una gran carcajada, y me di la vuelta.

El estar a tu lado. (Toll) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora