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Leer teniendo en cuenta que esta historia puede contener: murder, violencia, contenido erótico y sensible.

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Ser un ser sociable jamás fue algo mío y tampoco quería serlo, mi vida era bastante monótona y era mi parte favorita, adoraba mi rutina y lo que hacía. Mi día constaba en ir a la universidad en la mañana y por las tardes trabajar en la florería de mi abuela, quien insistía en que debía salir más de casa para conocer gente.

ㅡ No necesito un novio, abuela. Estoy bien. ㅡ Le repetía una y otra vez, pero parecía no comprender mi negación, no lo veía desde el verdadero punto: Soy lesbiana. ㅡ Estoy bien. Estamos bien.

ㅡ Eres muy bonita, JooHyun. Cualquier chico caería por ti. O chica quizá... No lo sé, la juventud de hoy en día ha cambiado mucho. ㅡ Le resté importancia al tema, no quería verme muy obvia y tomé mi mochila, saliendo por la puerta principal no sin antes darle un beso en la mejilla. ㅡ Con que seas feliz está bien, corazón.

ㅡ Adiós, abuela. Te veo en la florería por la tarde. Te quiero. Recuerda que hoy tenemos una entrega importante. ㅡ Le avisé y ella asintió moviendo su mano como despedida. Ella siempre estuvo para mí y es lindo seguir a su lado aunque en algún momento ya no esté.

Mis mañanas siempre empezaban de la misma forma; tenía que caminar unas cuantas cuadras hasta llegar a la estación del subterráneo y viajar por aproximadamente veinte minutos hasta la universidad y le sumaba diez minutos a pie hasta el edificio.

Siempre aprovechaba el viaje para leer o escuchar música, era mi momento para prepararme mentalmente para cada clase y no solía prestar mucha atención a mi alrededor, iba metida en mis pensamientos con la capucha de mi buzo cubriendo mi cabeza hasta que escuché un golpe muy fuerte y quité un lado de mis audífonos para estar atenta a la escena que estaba frente a mis ojos.

ㅡ ¡Lo siento, fui muy tonta! ¡Oh, lo siento demasiado! ㅡ Te. Disculpaste agachándote para recoger tus libros en el suelo y la señora a la que habías chocado, se inclinó a ayudarte. ㅡ ¡En serio lo siento mucho! ¿Está bien? ¿La lastimé?

Tu voz se oía muy angelical como siempre, te escuchaba muy arrepentida de tus actos y eso me hizo sonreír, pero lo oculté detrás de mis páginas. Analicé más de ti, llevabaz una falda y una blusa un tanto corta, tus piernas largas y muy bonitas, ya se veían muy suaves al tacto. Te noté muy delgada esa vez, tu cabello caía por tu espalda y cubría parte de tu rostro. Acomodé mis lentes para verte mejor y definitivamente estabas muy hermosa esa mañana.

— No te preocupes, jovencita. Estoy bien. Puedes estar en paz. — Tranquilizó la mujer y en ese instante, te volteaste, mostrando unas sonrojadas mejillas que se elevaban en una sonrisa mientras tus ojos desaparecían cuando tus dientes tomaban protagonismo.

Sin duda la chica más preciosa que mis ojos habían visto alguna vez. Me quedé con la vista fija en ti porque no podía creer que alguien como tú pudiera existir en este mismo universo. Tu cuello largo y muy atractivo, tu mandíbula definida y tu nariz era un tanto diferente, pero eso la hacía muchísimo más atractiva junto a tu piel levemente tostada.

"¿Quién eres tú?" Dije en mi cabeza. Sentí curiosidad por ti desde el principio, pero tú, como siempre, estuviste distraída. Jamás notabas cuando alguien se te quedaba viendo o te coqueteaba, nunca entendías. Quizá en ese instante no fue molesto para mí, así que no supuse que eso me traería problemas más tarde.

𝐏𝐀𝐏𝐀𝐑𝐀𝐙𝐙𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora