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Le dieron un descanso de una semana a Juliana debido a su esguince y no podía salir de su cama en tres días, ella se estaba aburriendo rápidamente ya que ella era un alma aventurera y energética, Noa a lo mejor sí estaría feliz en su lugar.

Se escuchó un singular golpe en la puerta de la nada y la castaña se sentó en su cama.

— ¡Pasa! –tuvo que levantar la voz para que Noa la escuchara, pasaba tanto tiempo con audífonos que sus oídos empezaron a dañarse levemente y en unos pocos segundos vió a su amiga entrar a la habitación con una bolsa.

— Hey, ¿Cómo estás? –la chica preguntó con una voz suave, Juliana levantó sus hombros e hizo una mueca haciendo que Noa suspirara y jalara una silla cerca a la cama, dejando la bolsa de mercado cerca de los pies de la castaña.– Te traje esto y... quiero hablar contigo-

— ¿Hice algo mal? –Juliana la cortó.

— ¿Qué? No, no seas tonta. –sacó una bolsa de frituras y se la pasó, sacó otra y la abrió para ella misma, ambas empezaron a comer de ella.

— ¿Entonces?

— De tus sentimientos por Damián. –dijo Noa sin rodeos y Juliana se atragantó con la comida, pasó un rato hasta que su respiración se reguló.

— ¿¡De qué hablas!? ¡No-! ¡Somos amigos! –la campeona intentó defenderse inútilmente y Noa arqueó una ceja, Juliana suspiró derrotada– ¿Mencía te dijo algo?

— Juli, no soy ciega.

— Y... ¿Crees que él se haya dado cuenta? –dejó su bolsa de lado para mirar a su amiga.

— Él sí lo es, no diría ciego, pero... un poco... –empezó a hacer señas con sus manos, buscando alguna palabra.– ...distraído.

Hubo un momento de silencio en la habitación, lo único que se escuchaba eran las papas que Noa estaba comiendo y un suspiro de Juliana.

— ¿Qué se siente estar en algo?

— ¿A qué te refieres? –la miró con una cara que prácticamente era un "???", la menor levantó los hombros y renaudando su alimentación.– Como, ¿estar en una relación?

— Ajá, eso mismo.

Hubo un corto silencio.

— ¿Soy Cupido? –ella arqueó una ceja.

— Ay, bueno, como sea. –Juliana apartó la mirada y se recostó sobre la cabecera de su cama en una posición que solo ella podía encontrar cómoda.– Cupido es un estúpido de todas maneras.

— ¿Alguna vez has tenido una pareja? –Noa soltó de la nada, se habían desvíado completamente de lo que estaban hablando.

— Eh, no, dí mi primer beso sí, pero con un rubio que tenía mommy issues y era medio edgy.

— ¿Damián?

— ¡No! ¿¡Por qué pensaste eso!?

— Por la descripción. –Juliana pausó y parpadeó dos veces seguidas para soltar una risilla.

— Bueno- Equis, fue cuando todavía vivía en Alola. –Noa sacó una lata de un brebaje misterioso, Juliana reconoció la lata ya que eran las mismas que estaban acumulando polvo en el piso de su cuarto, la castaña también agarró una, si bien no le gustaban, su anécdota daba para rato y necesitaba energía.

Noa subió a la cama, recostando su espalda sobre la pared y abriendo la lata, Juliana la imitó y suspiró, preparándose mentalmente para revivir algunos traumas que le dejó el recorrido insular. Estaba a nada de abrir la boca, hasta que se escuchó un toque en la puerta frenético y unos parpeos, que solo significaban una cosa: Mencía y Quaquaval.

— ¡Pasen! –Juliana gritó de una manera algo fuerte y en la oreja de Noa.

— Ouch, mierda, baja la voz. –la pelirroja murmuró mientras se cubría la oreja afectada, Juliana apretó los labios en señal de vergüenza y la puerta se abrió, Mencía entró casi corriendo.

— ¡Acá estaban! –la morena se sentó en la silla que Noa había dejado desocupada.

— ¿Dónde más? Juli estará en cama hasta el jueves.

- Bueno, ella, no tú. –Noa rodó los ojos.– ¿Qué hacen? ¿Qué tanto ocultan? Oh, ¿puedo comer?

Las dos menores se miraron entre sí y asintieron, una con una sonrisa y otra sin expresión alguna, Mencía agarró una bolsa de frituras y empezó a comer de ella.

— Hablábamos de la situación de estos dos tortolitos, aunque tú ya la sabes de todas formas. -habló Noa.- Y también me iba a contar cómo dió su primer beso con un chico que increíblemente tiene la misma descripción que Damián.

— Creo que ya me habías contado esto antes.

— Muy superficialmente igual, creo que ni sabes su nombre. –dijo Juliana invitándole un poco de su snack.

— ¿Tenía una hermana, no? –la morena preguntó y ella asintió.

— Bueno, esto va a ser una historia pero que muy larga...

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2023 ⏰

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