Reforma los límites. (Del uno al cien) EN PAUSA.

◈ Capítulo 7 ◈

7||Cuando todo se termina ¿Qué se hace después?||

I Have Question- Camila Cabello.
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Roberta:

Necesitaba mandar a mi ex a la mierda definitivamente y cerrarle la boca de una patada.

No había puesto un pie fuera del estadio de Watson después de uno de los entrenamientos más pesados que tuvimos desde que la temporada inició, cuando el pendejo me interceptó y me llevó a las malas hacia su carcacha.

Estaba tan desprevenida y dispersa.

La idea de sucumbir a la opción que Jameson me dio hace días sobre deshacernos del cuerpo de mi ex, en uno de esos hoyos mágicos que se tragan la basura, comenzó a parecerme demasiado tentadora.

Y por demasiado tentadora quería decir que ya empezaba a pensar en cómo le haría para mover su cuerpo de la vista hasta que Jay llegase a ayudarme.

De verdad no era ni el día ni el momento indicado para hablar con Franco, cualquier persona podría vernos discutir y lo último que quería, era que algún cotilla fuese con el chisme con mis entrenadores y me sancionaran por hacer un desfiguro fuera del recinto.

Un desfiguro no del tipo desnudo, sino del tipo sangriento que los escritores de películas tomaban años después para crear una franquicia de terror millonaria.

No esperé que fuese a aceptar mi silencio, sabía que cuando Franco se desesperaba solía ser impulsivo e idiota, pero no creí que de verdad se atrevería a pararse aquí.

Es que esto era no tener vergüenza, ni pudor, ni consciencia, ni integridad, ni...

Vale, esperaba que ya se hubiese entendido.

—Roberta...

—Ya te dije que no, ni siquiera me interesa saber que carajo te impulsó a venir hasta acá, pero fue suficiente, Franco, puedes meterme en problemas.

Había reglas estrictas sobre el comportamiento de los atletas en Watson. Dentro o fuera del campus.

No teníamos permitido cometer ninguna falta sin que se nos castigara con al menos un partido fuera si se enteraban, y lo hacían, tarde o temprano los rumores siempre llegaban a los entrenadores o peor aún, al jefe del departamento.

Y eso era lo más leve, literalmente podían arrebatarme la capitanía en un santiamén.

—No me interesa, me importa muy poco lo que pueda pasar, solo necesito hablar contigo, y sé que tú también quieres hacerlo —Ahí, justo en ese momento, el corazón terminó de destruírseme por completo.

¿Cómo si quiera se atrevía a decirme que no le interesaba causarme problemas?

Era mi maldito ex novio de toda la vida, al menos debía mostrar un poco de empatía o respeto, yo me merecía su respeto. A lo largo del tiempo juntos, siempre traté de ponerlo primero, incluso antes que yo o que mis propios deseos o bienestar.

No entendía por qué se comportaba de esa manera, o quizá siempre fue así y no me había dado cuenta por lo cegada que estaba y que seguía estando. En el fondo, una pequeña parte de mí todavía creía que el chico con el que empecé a salir hace años y que me acompañó en los peores días de mi vida, se encontraba escondido en algún lugar y tarde o temprano saldría de nuevo.

Que se daría cuenta de lo mucho que me estaba lastimando. Que aceptaría que la había cagado y haría todo lo que estuviese a su alcance para remendar sus malas acciones. Que se mostraría al menos un poco arrepentido por todo el dolor que me estaba causando.