[Cuando el calor de Zoro se desvanece, ve dos Sanjis diferentes. El que se siente culpable y el que está cachondo y obsesionado con la crianza.]
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Cuando el calor de Zoro finalmente se desvaneció y Sanji volvió a sus sentidos, estaba horrorizado por la vista frente a él, su amor platónico, su mejor amigo recién presentado estaba debajo de él, con los ojos mirando fijamente al techo con babas, sangre y fluidos corporales secándose en su cuerpo y una marca de apareamiento roja en su cuello.
★~ -No no no no...- Sintió que su respiración se aceleraba ligeramente y su olor debió haberse agriado porque Zoro gimió temerosamente, intentando acurrucarse sobre sí mismo pero no pudo porque Sanji todavía lo inmovilizaba con su peso corporal -Joder...Zoro...lo siento-
Sintió una chispa de algo sobre su vínculo, pero era débil y Sanji sintió que se desmoronaba un poco más. Lo Había roto...el hombre de pelo verdoso siempre le había dicho que no quería ser retenido, sin importar su segundo género y ahora estaba fuertemente vinculado a Sanji.
Sanji no sabía cuáles eran las consecuencias de un vínculo forzado, pero tenía la sensación de que era malo para Zoro.
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Culpa
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Zoro estaba sentado en el sofá con una manta cubriendo su cuerpo y su cabeza estaba inclinada hacia abajo y de una manera que gritaba sumiso a Sanji y el rubio odiaba cómo a su alfa le encantaba la idea de domar a un espíritu tan salvaje antes de pisotearlo enojado, Zoro lo necesitaba.
Necesitaba a Zoro y Zoro lo necesitaba a él porque lo rompió.
★~ -Oye cariño...- Notó que Zoro se estremecía por el sonido de su voz y el apodo, pero trató de ignorarlo -Se que has tenido días difíciles, pero, ¿qué tal si vamos y nos damos un pequeño baño?, ¿hm? ¿Limpiarte todo? Eso suena bien, ¿verdad?- Cuando los ojos de Zoro lo miraron, el corazón de Sanji se hinchó un poco ante esa mirada.
El rubio se inclinó y recogió a Zoro estilo nupcial, presionó un beso en los mechones verdosos suciosos y desordenados mientras lo hacia Sanji sintió brevemente confusión atraves del vínculo antes que se desvaneciera.
Sanji se dirigió al baño y sentó a Zoro en el inodoro, el rubio acomodó suavemente la manta que cubría el cuerpo del peliverde para luego girarse para comenzar a abrir la canilla del agua asegurándose que tuviera una temperatura agradable antes de agregar unas bombas de jabón relajantes.
