Capítulo 2

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Amor especial.

Luffy nunca había contemplado tanto un concepto tan interesante. Era más que curioso, tanto que la mayoría de las veces acababa provocándose un enorme y molesto dolor de cabeza por intentar pensar demasiado. Pensar no era su fuerte, pero imaginar era algo divertido. Amor especial. ¿Cómo podría sentirse algo así? Podía entender que había diferentes tipos de amor; el amor que albergaba por sus hermanos era diferente del que sentía hacia sus amigos. Incluso el amor por la comida, los extraños, los animales y los objetos era diferente.

Amor especial. Luffy se tumbó boca abajo sobre la cabeza del Sunny, una pequeña sonrisa de curiosidad se dibujó en su rostro mientras sus pies se agitaban suavemente de un lado a otro. Estaban regresando de la isla Fishman. Quién sabía qué maravillas les deparaba el mundo. Luchas, amigos, promesas y sueños. Todo les estaba esperando. Luffy estaba emocionado. Siempre iba a haber varias cosas que él mismo quería probar, lograr, ver, sentir, explorar y conocer, pero este amor especial era algo que definitivamente quería descubrir.

Había sido Nami quien le había explicado torpemente que Boa sufría de amor especial. Luffy tuvo que preguntarse si actuaría de forma igual de extraña cuando o si finalmente lo sintiera. Boa le había pedido innumerables veces que se casara con ella, pero Luffy simplemente no sentía nada especial, aparte de amor de amistad a cambio. Sin embargo, seguía siendo genial ver a alguien tan afectado por ello. Se preguntaba por qué Sanji y Zoro no se habían casado aún si se amaban especialmente.

Luffy quería saberlo.

Volteandose sobre su espalda, Luffy saco su lengua mientras se empujaba de la cabeza de Sunny y se dirigia a la cocina. Sanji estaba en medio de la tarea de almacenar toda la comida expansiva que el ejército de Neptune tan amablemente les había regalado. Luffy imaginó que no se enfadaría si se metía y le hacía algunas preguntas... quizá sacara algo de carne.

"¿Oye, Sanji?" Luffy abrió rápidamente la puerta de la cocina y el comedor, sin inmutarse al ver a Brook, Zoro y Robin adornando la mesa. "Tengo unas preguntas muy importantes que quiero hacerte".

"No Luffy, no vas a comer nada hasta la cena", refunfuñó inmediatamente Sanji mientras seguía organizando frutas y verduras despreocupadamente, "Yeash, uno pensaría que con todo lo que comimos en la Isla Fishman habría sido suficiente. Hablando de avariciosos".

"Eh, aún no he dicho lo que iba a preguntar", Luffy frunció los labios en un fino mohín, con los brazos colgando como fideos decepcionados a los lados. "No se trataba sólo de carne...".

"Bueno, entonces oigámoslo", Sanji le hizo un gesto con los dedos que sujetaban su cigarrillo, "Mejor date prisa antes de que empiece a preparar la cena".

"¡Yosh!" Luffy usó sus puños de goma para plantarse contra el mostrador, sus pies cruzando el aire para poder aterrizar cómodamente con una gran sonrisa de felicidad en la cara. Se rió suavemente para sí mismo antes de sentir que sus ojos se abrían de par en par por la curiosidad, y parpadeó dos veces ante la risita del cocinero: "Si tú y Zoro os amáis especialmente, ¿cómo es que aún no os habéis casado?".

En la mesa del comedor, alguien escupió la mitad de su bebida y empezó a toser horriblemente sobre la otra mitad. Luffy enarcó una ceja de confusión y ladeó la cabeza para ver a Zoro con la cabeza gacha, los puños golpeando la mesa y la saliva volando mientras seguía recuperándose de su ataque de asfixia. Robin cubría su rostro con una sonrisa cariñosa mientras Brook se reía con una mezcla de lo que parecía preocupación y alegría cómica.

"¿Qué le pasa?" murmuró Luffy, preguntándose por qué su espadachín había empezado a atragantarse tan aleatoriamente. "¿Zoro está bien? Oi... ¡necesitas compresiones abdominales!".

Amor Especial - LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora