Letra A.

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⤿ 𝐀𝐁𝐄𝐂𝐄𝐃𝐀𝐑𝐈𝐎 .ᐟ
〉 A de Abrazo.

ᐟ〉 A de Abrazo

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( HARRY POTTER &
REMUS LUPIN )

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Las mañanas siguientes a las noches de luna llena son horribles para Remus. El dolor se extiende a través de su cuerpo como una capa pesada que lo envuelve de pies a cabeza y lo deja en un estado atontado que menguará con el pasar de las horas. A veces se necesita de días.

Hoy es una mañana particularmente mala, Remus nota con facilidad cuando ni bien abre los ojos sus músculos empiezan a protestar por el cansancio. Además, una picazón que sabe que no desaparecerá pronto se hace presente en partes de su cuerpo difíciles de alcanzar debido a como esta.

Remus cierra los ojos una vez más, decidiendo que está vez tomará el permiso que se le otorga por su condición y se ausentará de las clases del día. Respira con lentitud en un intento de no aumentar el malestar, y está al borde del tan ansiado sueño cuando una mano sobre su frente ahuyenta la inconsciencia y lo trae de regreso al abominable mundo real.

Frunce el ceño conforme se esfuerza por enfocar la vista en el dueño de la mano; tiene una maldición lista en la punta de la lengua, pero Remus pierde la capacidad de hablar cuando reconoce quien lo acompaña en la casa de los gritos, lugar que reconoce como su refugio.

──── Buenos días. ──La voz suave, una caricia a sus doloridos timpanos, saluda.── He traído algo de comer, así que primero come un poco y después duerme, ¿Sí? ──Remus emite un ruido desde el fondo de garganta, casi un arrullo que cede a los pedidos de la dulce voz.

Harry Potter sonríe, suave en los bordes y dulce en su mirar; Remus siente que el corazón se le derrite mientras todo tipo de molestia se deshace en el fondo de su mente.

Se siente casi irreal tener a la pequeña criatura de luz que es Harry ayudándolo a sentarse, dejándolo acurrucarse a su costado y alimentándolo con cuidado. Remus se permite disfrutar de la calidez que lo rodea; Harry parece satisfecho por eso, claramente feliz de que no sea uno de esos días donde tiene que lidiar con el autodesprecio al que Remus se somete.

Come sopa y toma jugo de calabaza, pero rechaza cualquier otra cosa. Harry insiste un par de veces, siempre suave en su trato, antes de ceder con un puchero. El suéter que trae puesto causa un pequeño cosquilleo contra la piel desnuda, y herida en algunos rincones, de Remus; sin embargo, es más agradable que desagradable, así que Remus no lo menciona.

El mayor se queja en voz baja y ronca cuando es apartado de la cómoda posición, pero termina por emitir una especie de zumbido alegre al comprender. Harry ríe, bajito aún, conocedor del estado hipersensible que Remus atraviesa después de una transformación; lo ayuda a recostarse contra las almohadas que probablementes James amontonó.

Harry se levanta unos segundos y Remus lo observa perezosamente, con una sonrisa floja porque el día va mejor de lo que esperó; cuando el menor vuelve, trae consigo un par de sábanas con diseños extraños. La tela es extremadamente suave, Remus nota con satisfacción cuando éstas son colocadas sobre él; debe agradecerle a Sirius por ellas, incluso si el estapando es tonto.

──── Peter dijo que avisaría a Minnie de nuestras faltas. ──Harry informa, acomodándose a su lado. Remus rueda lentamente, dejando que uno de sus brazos rodee el cuerpo cálido de su novio y le permita apegarse a él.

──── Te quiero. ──Murmura. Puede oler la vergüenza y alegría de Harry cuando pega la nariz al cuello expuesto del nombrado, aspirando y dejando que el agradable ambiente lo haga olvidar toda incomodidad que siente.

──── Te quiero también. ──Harry susurra, girando bajo el brazo de Remus con cuidado, siempre con cuidado.── Los chicos te quieren también. Vendrán más tarde a verte.

Remus tararea, satisfecho de oír aquello. Harry sonríe; es mucho más fácil de sobrellevar todo el asunto de la transformación cuando esta pone a Remus todo blando y cariñoso, en lugar de gruñón y amargado. Más que nada, porque Remus suele dirigir el enojo a sí mismo y es una tortura tener que oírlo llamarse monstruo.

Cuando es así, es casi agradable pasar por todo. Los chicos vendrán en un par de horas, probablemente Lily aparecerá también trayendo a Marlene; y luego todos podrán desparramarse sobre las almohadas y dormitar o hablar sobre cualquier cosa ligera.

──── Harry ──Remus llama. Harry dirige su mirada a él, levantando una mano para frotar con su pulgar la mejilla del mayor, suavemente, ahí donde parece haber un moratón.

El bonito rostro de Remus se ve algo estropeado por el cansancio en sus ojos, con el dolor mal escondido en ellos también. Además, hay sectores de piel oscurecidos en morados y verdes por aquí y allá. Harry se fuerza a seguir sonriendo, diciéndose a sí mismo que aquellas heridas desaparecerán en unos pocos días.

Remus parece leer sus emociones, quizás el término más adecuado sea oler; una capacidad que se quedará con él por un buen rato. Según Harry escuchó de su hermano mayor más temprano aquella mañana, la transformación del día anterior fue más mala que buena. Por eso, Harry se esfuerza más de lo usual en no hacer demasiado ruido y en moverse con delicadeza.

──── Estoy bien. ──Remus susurra, con ojos tristes. Harry reprime la preocupación y asiente, inclinándose con cuidado, siempre con cuidado, para dejarle un beso en los labios magullados. Remus suspira contra su boca y sonríe cuando se aleja.

Sin querer darle más vueltas y terminar siendo quien arruine el ambiente, Harry apoya una mano en el pecho ajeno y corresponde el medio abrazo que Remus le da. Busca y encuentra una forma de hacerlo sin tener que apoyar más peso del necesario en el cuerpo cansado de su novio, siendo al final Remus quien termina apoyado en él.

Remus no replica, como usualmente haría, y Harry deja besos livianos en la piel de su cuello, hasta que bajo la palma de su mano la respiración de Remus se atenúa y sabe que está durmiendo.

Mira sus bonitos rasgos relajados y sonríe. Harry realmente le quiere, mucho, tanto que el verlo sufrir por esto le duele. Pero estará bien, se dice, pronto parará. Fleamont Potter pronto hallará la cura.

Con pensamientos mucho más positivos, y abrazado a su muy bonito novio, Harry se queda dormido.

ABCDARIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora