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¿Qué es lo que le pasa a Choi Yeonjun? ¿Cree que puede andar por ahí, acostándose conmigo, siendo perfecto, declarándose, y ahora besándome sin pretender que me afecte en nada?

Oh, él y yo nunca nos habíamos besado, ni siquiera antes, éste es mi primer beso con un hombre, mi primer beso con Yeon, mi primer beso de verdad, éste es el mejor. Qué barbaridad.

No sé exactamente cómo se supone que las cosas marchen después de esto, no sé qué se supone que seremos Yeonjun y yo después de esto, no sé nada, absolutamente nada, excepto que esto sigue gustándome demasiado, tal y como la primera vez.

No estoy seguro de si fue por mis nervios, pero Yeon se separó de mí, cortando el beso, que había sido tranquilo, nada parecido a algo que haya hecho antes, incluso no me parecía que haya venido de Yeonjun. Pero lo era, era de Yeon, y eso es increíble.

─ Todo hubiera sido más sencillo si lo hubieras dicho... ─ No sé qué decir, ahora mismo estoy sintiendo mucha verguenza, pero no me siento mal, no se siente como hace un momento cuando estaba tan atrapado en mis ideas. Pero... es que esto es tan nuevo, tan genial. Debo dejar de enredarme tanto en mis pensamientos si quiero seguir sintiéndome de esta manera.


Yeonjun entrecerró sus ojos y sonrió levemente ante mis palabras.

─ Nada es sencillo contigo, Min. Lo digo con seis años de experiencia como prueba.

─ ¡Pues sí! Pero esto es... ─ Yeonjun me interrumpió juntando de nuevo nuestros labios. El nuevo beso era diferente, dejando de lado toda la calma del anterior. Aferré mis manos a su camiseta cuando sentí de imprevisto su lengua tocando mi labio. Giré el rostro cortando el beso que no quería ceder. ─ ¡No me interrumpas cuando hablo!

─ Ibas a empezar a gritar... ─ Yeonjun recargó sus manos sobre la pared, dejándome ahora acorralado entre esta y su cuerpo. ─ Y te ves mejor calladito.

─ Te estás pasando, sé más respetuoso conmigo... ─ Yeonjun rió con fuerza en mi cuello, ni siquiera supe en qué momento había metido su rostro ahí, pero las exhalaciones que comenzó a dibujar sobre mi piel me advirtieron de su cercanía.

─ Suelo perder el respeto en ciertas ocasiones, en ciertas circunstancias... con ciertas personas. ─ Yeonjun besó mi cuello, fundiendo el calor que ahí se encontraba con el suyo.

Intenté con todas mis fuerzas no temblar, no demostrar que cada beso que dejaba sobre mi piel se mantenía ardiendo como si fuese una quemadura. Pero todo se volvió más difícil cuando su lengua intervino, cuando después de dejar sus castos besos los probaba con la cálida punta de su lengua como si desconociera el efecto tan fuerte que en mí causaba.

─ ¡No, no, no, no, ahí no, Yeonjun!... ─ Encogí mis hombros intentando apartar a Yeonjun de mí cuando sentí sus besos en mi clavícula. Sentí un extraño apretón de placer en mi interior cuando ejerció fuerza en mi contra y me mantuvo quieto contra la pared, ignorando mi queja, continuando con lo suyo. Su cuerpo pegado, tan cerca. Qué difícil ser yo teniendo a Yeonjun restregándose contra mí.

─ Beomgyu.. ─ Yeonjun murmuró, creí que todo andaba mal cuando sus manos me sujetaron de la cadera, para que después una de ellas se frotara en contra mía, con una destreza delirante.

Su tacto era tan perceptible aún con la ropa que me cubría de por medio, los movimientos que sus manos daban sobre mí eran tan bruscos y gentiles al mismo tiempo. ¿Cómo puede ser brusco y gentil al mismo tiempo? Eso no es normal, pero me gusta tanto como lo hace.

Parasomnia ☆   𝑦𝑒𝑜𝑛𝒈𝒚𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora