♡Nuestro Grotesco Amor♡

🥀♡[cap 4]♡🥀

●♡[Celos ardientes]♡●

Michael cuidó a sus conejitos, tan regordetes y cariñosos antes de salir a trabajar, hoy con una misión en mente.

La vida le ha dado pruebas difíciles, una familia extrañamente rica y de gente cuestionable, además, es una suerte que le hayan dejado estudiar actuación y modelaje ya que solían tachar de homosexual maquillarse.

Será por el dinero que ganarían, seguro.

Cambiando de tema, se vistió con su ropa de siempre, después cepilla su melena lacia y envidiable, una pregunta rodea su cabeza ¿dónde carajos está su amado?

Se mira al espejo y puede notar que se pone aún más deprimido, tenía bolsas debajo de los ojos por la falta de sueño y se ven casi cerrados por el cansancio, estuvo la mayor parte del tiempo con sus adorables mascotas y pensando, demasiado tiempo.

Le cuesta creer que es normal lo que siente, observa todo detalle de sí mismo y pudo sentirse desagradable, el maquillaje nunca iba a tapar sus nuevas inseguridades.

Sintió desesperación toda la noche y no pudo dormir una mierda, tuvo un dolor agudo en su cabeza que lo hacía enloquecer y llorar.

En su momento de depresión, alguien abre la puerta como si fuera su salvación y ve a su futuro esposo Tom.

-¡lo siento! Llegué tarde, lo se!

-...- Michael se limpió rápidamente las lágrimas para que su amigo no notará lo quebrado que estaba.

Había una ligera presión en el aire, hasta que el más alto nota que la cremallera del pantalón de su contrario estaba abierta.

-¡fue un error!- las mejillas del rubio se enrojecieron mientras se subía el cierre, aunque su observador no quitaba la mirada de ahí deleitando esa parte.

-está bien.

Tom se sentó en una banqueta y sacó de su bolso donde había muchos cosméticos, se acercó al rostro de su modelo para colocarle el corrector de ojeras, hasta cepillaba su cabello con violencia y desesperación haciendo una coleta para después colocar la peluca.

Existió una ligera incomodidad entre los dos, también sentían que algo estaba mal pero prefieren no decirlo ahí mismo y esperar, ¿cuanto tardarán?

El maquillador tomó del brazo a su amigo y lo sacó del camerino, el estudio era brillante y lastimó los ojos al modelo que solo pestañeaba para acostumbrarse a la luz.

Ahí estaba la protagonista, una sonrisa radiante con su vestido celeste y tacones blancos, ese día iban a grabar la escena del beso de los protagonistas.

Todo preparado, la escena en casa del prota, todo! Nada podría malir sal.

El director estaba observando como si estuviera buscando algún error porque suele ser muy estricto lo que suele castrar a todos.

Los labios de los protagonistas se unieron apasionadamente, la chica acaricia el hombro y cabello del actor como si fuera tan real, música romántica de fondo.

Michael repudia esos labios, tan pegados y cuando la protagonista introduce su lengua, él es capaz de vomitar en la boca de esa mujer.
Pero... no lo hace, seguro sería perjudicado de alguna manera.

El que está pintado mira la escena viendo a la chica, que conoció en preparatoria y que lo sedujo con su encanto de perra, el noviazgo con esa mujer fue lo peor que pudo haber pensado y ver a su amigo con una insípida le causa repudió.

Al terminar eso, la señorita tuvo el valor como para invitar a una cita al otro protagonista con la excusa de que tenían que hablar sobre lo que había ocurrido hace unos días (mentira), pero a él le importa un carajo lo que ella tenga para decir.