capitulo 4.

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Me fui hacia el otro lado del tren, saque una caja de cigarrillos que tenía y saqué uno y empecé a fumar.

Bill:- ¿sabes que no se puede fumar... cierto?

Madelyn:- lo sé. ––decia mientras inhalaba.–

Madelyn:- ¿ a ti también te frusta escuchar las quejas de los demás?

Bill:- un poco, Lucas está como loco.

Madelyn:- ni me imagino, no se qué harémos Bill, no se qué harémos. ––suspira y apreta el tubo,–

Bill:- no se me ocurre ni una puta idea.

Madelyn:- algo se nos ocurrira.

Bill:- ¿Alcanzaste a ver algo aparte de Enzo hay tirado?

Madelyn:- ¿Ah? E-ehhh... pues no.

Bill:- ¿Que le habrá echo eso?

Madelyn:- no se... hmmm¿Lobos? Oh ¿perros? No se... talves un animal.

Bill:- tenía unas mordidas como si fuese algo grande.

Madelyn:- como un...

Fue interrumpida por un ruido que se escuchaba.

Bill:- ¿Que fue eso?

Solo lo mire y levanté los hombros dándole a entender que no sabía.

Bill tomo un extinguidor y se acercaron al baño del tren ya que de hay venía un ruido, alguien estaba golpeando la puerta desde adentro.

Bill:- 1... 2... y...

Bill y Madelyn:- y ¡3!

Bill abrió la puerta del baño y salió uno de los pasajeros cansado.

Bill:- mierda.

Madelyn:- ¿Que hacías ahi?

Bill:- no vez que cagando obvio míralo?

X:-  la puerta se había trabado. ––decia asustado.–

Bill:- por poco te doy el golpe de tu vida.

El solo nos miró con cara de sacada de onda, la mirada de bill era muy seria.

X:- ¿puedo fumar yo tambien?

Bill:- no.

Decía el serio, mientras el pasajero iba con los demás.




























(...)


Lucas:- ¿A nadie se le ocurre algo?

Mientras todos decían no, pasaban los minutos y nadie hablaba, se hizo un silencio incómodo.

X:- no se de qué hablan.

X:- da gracias que no fuiste con nosotros.

X:- y agradezco no haber ido, aunque sigo sin entender nada.

X:- no lo vas a entender hasta que lo vivas.

X:- llegaré tarde a la casa de mi novio, mi celular está roto, no tiene hay señal, esto es una mierda completamente.

X:- todo estará bien, tranquilos todos.

Lloraban frustrados y con miedo, apreté mis labios, no sabía que hacer, nadie sabía que hacer...

Sonó un ruido de teléfono todos poníamos muestras miradas en cada uno de nosotros.

Bill:- no es mi teléfono.

la media noche - bill kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora