Pesadilla.

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Desde ya hacia unas semanas se le hacía imposible conciliar el sueño, cada que cerraba sus ojos horribles imágenes pasaban por su mente, imágenes que desea olvidar para siempre.

No entiende, ¿por qué de repente? Desde el incidente jamás había tenido ese tipo de sueños, pero ahora aparecían cada vez que cerraba sus ojos, eran incluso más horribles que antes.

Siempre en sus sueños pasaba lo mismo, y en cierto punto despertaba por lo aterrador que se le hacía, por no poder soportar aquello.

Escucho por ahí que la pesadilla se detendrá en cuando dejé que fluya y termine, así que por más que le fuera aterrador decidió tomar una medicina que saco a total escondida de la finca mariposa y la tomó, para tener un sueño profundo.

- Aquí voy... -

Cerros sus ojos y se hundió en el mundo de los sueños.

Su vista era negra y poco a poco se torno de un color rojo cual sangre...

Definitivamente era aquel sueño.

Abrió sus ojos, vio a todos lados, era la casa donde vivía con su madre y hermanos, todo era tan tranquilo, los más pequeños jugaban y su hermano mayor de vez en cuando los regañaba por andar molestando, era algo que fácilmente pasaría en cualquier momento del pasado que tenía.

Con lentitud llegaba la noche, y con ello la hora de dormir, su madre no estaba, algo normal por el excesivo trabajo.

Hubo algo diferente a lo que realmente pasó, y es que, en su profundo sueño, todos sus hermanos dormían, incluido el, o así es hasta un desagradable sonido lo despierta, se escucha un sonido viscoso y desagradable, gruñidos y suspiros pesados, jadeos desesperados y el sonido de alguien comer algo realmente duro que hace un fuerte crujido, el olor a metal llega a sus fosas nasales, eso le alerta y lo hace despertar en enseguida.

Lo único que alumbraba el lugar era la espesa luz de la luna que entraba por las ventanas, con esa poca visión no había mucho que reconocer.

La curiosidad le mato, se acercó a aquellos raros sonidos, tal vez sus hermanos le estaban haciendo una desagradable forma, si era así, estaba más que seguro que los regañaria por andar haciendo eso y también por no estar durmiendo.

Tras dar unos pasos empezó a sentir que caminaba en algo líquido, aunque era un poco espeso, no sabía que era con claridad, muchas cosas pasaron por su mente, pero aquello fue interrumpido en cuanto choco con algo... o más bien, alguien.

Sintió que quedo como una estatua en cuanto vio que aquello con lo que había chocado se ponía de pie, lo que parecía ser pequeño empezó a hacerse muy grande, era aterrador, con lentitud empezó a dar pequeños pasos hacia atrás en cuanto reacciono, lo que estaba frente a él también caminaba a su dirección, tras caminar lo suficientemente, una pequeña aventura que dejaba entrar la luz de la luna, hizo que pudiera visualizar lo que estaba delante de él, ho no... no era bueno.

- ¿Madre...? -

Sintió que se quedo sin voz, su madre estaba ahí, llena de sangre, ojos perdidos, soltando fuertes gruñidos, viéndolo como a una presa, ¿que estaba pasado? Estaba muy aterrado, más su pequeño cuerpo no se movía.

Por unos poco segundos aparto la mirada, viendo en el suelo de la casa toda aquella sangre que había estado pisando sin darse cuenta, pero cuando visualizo mejor, ahí vio... a sus hermanos muertos, bañados en sangre, juraba que algunos que ya ni tenían piernas o brazos, o sencillamente solo era una cabeza sin más.

Sintió una gran tristeza y ganas de gritar, pero el miedo lo tenía paralizado, por suerte, aquello se quebró en cuando vio a su madre acercarse más, sin pensarlo dos veces empezó a correr tan rápido como sus piernas la permitieran, pero su madre parecía una bestia salvaje que corría con las cuatro extremidades, podía sentir como las piedras y ramas de clavaban con fuerza en sus pies.

Corría y corría, pero ups... volteo a ver, y al hacerlo choco contra un gran árbol, lo único que pudo ver fue a su madre acercarse, luego perdió la conciencia, volviéndose todo negro.

Cuando la recupero, siento sus manos mojadas, un aliento cerca de él, una voz que le hablaba, más no entiende, todo se ve borroso.

- vamos sigue comiendo... haz comido tanto, mamá esta orgullosa -

- Mamá está orgullosa de mi... -

Cuando su vista regreso a la normalidad, pudo ver a su madre frente a él, sujetado lo que parecía ser uno de los cadáveres de sus hermanos, por lo ya tan mal que estaba, no podía reconocer de quien se trataba, pero como si no le importara, bajo su rostro, bajo la mirada, viendo en sus manos, algo que estaba lleno de sangre, lo sostenía firmemente, como si no quisiera soltarlo, y sin pensar, lo dirigió a su boca, mordiendo y masticando.

- así es... eres un buen chico, no dejes que los cuerpo de tus hermanos se pudran -

Hablo con una gran sonrisa lo que se suponía era su madre, y tras visualizar bien, recordó que comía, su madre se lo podio, debía obedecer, ¿no?

Aquello que comía estaba unido al cuerpo sin vida de uno de sus hermanos menores, más sin embargo, el lo comía gustosamente, su mente estaba perdida, su cuerpo se movía solo, pero no rechistaba en lo absoluto.

- ¿Qué tal saben las tripas de tus hermanos? ¿He..~? -

- Bien mamá... -

Una risa se escucho, y todo se volvió negro.

[...]

Abrió sus ojos con prisa, su respiración estaba agitada, sentía ganas de vómitar, su cuerpo temblaba, se había sentido tan real.

Por fin había despertado de aquel horrible sueño, que el juraba no parecía uno, su corazón latía a mil, sentía que en cualquier momento explotaría, estaba asustado, aterrador, confundido, mareado, con dolor, y con ganas de llorar.

- Que pesadilla... -

Se dijo a sí mismo tratando de convencer a su mente que no había sido real, que todo era solo un mal sueño del que por gracias a cielo despertó, pero algo no cuadraba, ¿por qué había soñado eso? ¿Por qué? Las cosas no habían pasado así, claro que no, era todo tan confuso.

Debía olvidar eso y ponerse a hacer algo, tomó el suficiente aire en sus pulmones y luego lo dejó salir, aquello sin duda ya había arruinado todo su día.

Suspiro bajito y se levanto de su futón, camino un poco y se vistió decentemente, aun era muy temprano, pero el sol ya estaba fuera y en cualquier momento llegaría su cuervo para decirle de alguna misión, mientras esperaba esa llamada lavo su rostro y luego tomó sus armas, aun no podía olvidar ese sueño, así que decidió mejor salir y tomar un poco de aire fresco.

No se lo pensó dos veces y estaba camino a la salida, en cuanto salió puso sentir el refrescante aire de la mañana, una brisa tan relajante, sintió como el aire movía sus cabellos, eso le calmo basta, nuevamente inhalo y suspiro, y siguió su camino, ho bueno, esa era la idea.

En cuando puso un pie en el solo, un fuerte dolor y ardor le hizo retroceder, cuando se fijo bien, pudo ver como parte de su pierna y brazo echada humo, lo dolía demasiado, era como ceniza, ¿que le pasaba? Sin pensar corrió nuevamente adentro, y con prisa busco un espejo, en cuanto lo encontró se visualizo en el.

- ¿Q-que es esto...? ¿P-por que...? ¡no tiene sentido! -

El pánico se apoderó de él, no entendía, y en su mente se repetía la misma pregunta, "¿por qué?" Su respiración se corto en cuando en el espejo vio su forma demoníaca, sin la necesidad de haber consumido carne de demonio.

- ¿Qué me está pasando...? -






























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1292 palabras.
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