🔥Un Alfa Inútil🔥 [Trilogía Alfa - Libro 1]

6. Junto a ti, mi amor eterno

Las lágrimas no dejaban de fluir de sus ojos como un rio interminable, nunca antes se había sentido tan triste y desolado. Su pecho dolía demasiado, era como si alguien enterrara la mano en su carne y apretara su corazón hasta deshacerlo por completo. Esto era demasiado para Baekhyun.

Él esperó por tantos años, construyó tantas ilusiones, se guardó, se mantuvo intacto y ni siquiera había besado a otro alfa esperando por él, porque en el fondo de su corazón siempre supo que Chanyeol era su alma gemela, su otra mitad, que se pertenecían el uno al otro y su destino era estar juntos. Por eso no entendía nada. ¿Por qué había sido rechazado?

«Luego de la cena, Chanyeol pidió permiso porque estaba muy agotado y se retiró a su habitación. Baekhyun lo siguió después de unos minutos. Nadie dijo nada, era normal que el par de amigos quisiera charlar y Kyungsoo solo le dio una sonrisa pícara animándolo a ir.

Desde ese momento, él debió sospechar que las cosas no estaban bien, desde el mismo instante en que su destinado apenas y lo miró durante la cena y luego se fue sin él, sin pedirle que hablaran, sin anunciar ante la familia y amigos que se habían reconocido, como era costumbre hacer.

Baekhyun se daba excusas y justificaciones a sí mismo, Chanyeol de verdad estaba agotado por el largo viaje, además, él llevaba demasiados años en la ciudad, seguro olvidó las costumbres de la manada; tal vez quería preparar algo especial, tal vez estaba abrumado con la noticia y necesitaba digerirlo. Entonces, el miedo llegó a él como una ola que lo azotaba una y otra vez... Quizás Chanyeol ya tenía pareja.

No podía ser posible... Aunque, en la ciudad había pequeñas manadas y lobos renegados, no respetaban ninguna tradición, no esperaban por su destinado porque era más difícil encontrarlo, ellos se unían por la atracción entre los humanos y los lobos terminaban acostumbrándose porque eso era mejor que estar solos. Pero no, Chanyeol no tenía marca, tampoco tenía ningún olor dulce sobre él. Si estaba en algún tipo de relación amorosa en la ciudad, no podía ser nada serio porque no se había enlazado.

Bien, Baekhyun sabría comprender todo, no era culpa de Chanyeol, él fue arrancado de su hogar siendo muy joven, en los años en que debía forjarse su carácter y pertenencia él estuvo sin manada, criado por dos lobos renegados que no pertenecían más que a ellos mismos, seguramente no le enseñaron ninguna tradición, seguramente le permitieron estar con omegas que no eran su pareja. No importaba, él lo amaría igual.

Él se encargaría de sanar sus heridas con amor, de crear un hogar para él donde se sintiera a salvo y protegido. Chanyeol lo cuidó siempre cuando eran pequeños, era su turno de cuidarlo a él, de guiarlo con amor y construir juntos esa vida y esa familia que tanto había soñado.

Sí, dolía un poco la idea de no compartir juntos todas sus primeras veces, como lo hicieron de niños, pero nuevamente, no era culpa de Chanyeol, los culpables eran esos malditos lobos que los atacaron y dejaron marcas tan profundas que Junmyeon tuvo que enviar a Chanyeol lejos para que sanara, lejos de los recuerdos, lejos de las pesadillas, lejos del miedo al bosque, lejos de los ojos heridos de su madre, lejos de los rumores, lejos del peligro y también, lejos de él.

Finalmente estuvo frente a la puerta de ese cuarto en el que durmió tantas veces, jugó, rio, peleó, lloró, besó, abrazó, amó... Había tantísimos recuerdos guardados en esas cuatro paredes. Baekhyun respiró muy profundo varias veces para darse valor y tocó, escuchó un poco de ruido, luego pasos y Chanyeol le abrió la puerta viéndose muy sorprendido. Estaba despeinado, tenía los ojos rojos y algo llorosos.

Maldición, él era tan estúpido y egoísta. Estaba tan sumergido en sí mismo, en sus sueños, en lo que él quería, en lo que él esperaba, en la manera en que se imaginó que sería todo y en cómo la realidad no se estaba ajustando a sus expectativas, que se olvidó de lo más importante.