Solangelo

Capitulo 18

Nico

El rostro de Will estaba tan pálido como el de Nico, sus pómulos estaban casi hundidos, se veía que estaba demacrado. Las manos del chico estaban frías, Nico sintió que el corazón se le encogía al ver a Will de esa manera. Siempre había sido cálido y ahora...estaba tan helado que temblaba.

Nico le había dicho que la luz de Apolo estaba escondida en el Tártaro, esperaba que Will alucinara o algo por el estilo.

- De acuerdo. Bajaremos en cuanto la luz se haya ido- le contesto Will mirando fijamente a Nico.

- ¿Sabes que sucederá allí, verdad?- preguntó Nico mirando el suelo.

- No, pero tu si.- le contestó Will acercándose.

Nico miró hacia arriba para poder verlo a los ojos. ¿Como podía seguir sonriendo en un momento como aquel? A Nico no le importaba, mientras pudiera seguir viéndolo sonreír por al menos unas horas....era suficiente.

- Nico, se que... no me queda mucho- le dijo mientras su sonrisa desaparecía-. Pero...podríamos, no lo se... ¿Quieres hablar de algo en especial?

Nico no habló, solo esperó a que Will dijera algo más, estaba más que claro que quería establecer una charla un poco diferente a las que habían tenido hasta ahora.

- Will no se que decirte- le dijo intentando no mirarlo-. Jamás he sido bueno hablando...

- No hace falta que tu hables... ¿sabes escuchar por lo menos?- le preguntó riendo Will. Nico asintió devolviendo la sonrisa-. Bien, escucha, se que no soy la persona indicada para ti. Es decir, hay que aceptar que somos completamente opuestos.

- Eres pésimo expresándote- le dijo Nico riendo. No podía creer lo que estaba escuchando.

- Está claro que no sabes escuchar tampoco.- Will lo abrazó con fuerza.

- Muy bien termina de una vez.- le dijo Nico enterrando su nariz helada en el cuello tibio de Will.

- Lo que quiero decir es que no era esperable que... bueno que tu y yo... nos lleváramos...bien.- dijo Will titubeando. Soltó a Nico y miró el suelo. Dejo escapar el aire y lo soltó todo de una vez-. Muy bien, te amo. La verdad es que no esperaba jamás enamorarme y ahí llegas tu y me arruinas los planes- se echó a reír, miró a Nico un segundo y le sonrió. Nico no podía dejar de sonreír aunque la situación era más seria de lo que esperaba-. Como sea, si ahora debo morir...fue un placer haberme enamorado de ti Nico Di Angelo.

Nico no pudo evitarlo, simplemente lo abrazó y lloró en su hombro.

- Will, solo... prométeme que no me dejarás.- le dijo Nico entre sollozos. Sabía que eso era imposible, pero no podría soportar otra perdida como la de Bianca.

- No te dejaré nunca.... jamás.- a Will se le cortó la voz, Nico lo abrazó con más fuerza. Intentó ordenar su cerebro para poder decirle lo que sentía por el, pero nada funcionaba-. Ya esta, debemos dejar de pensar en esto.

Nico no quería soltarse de Will, pero lo hizo de todas formas.

El sol ya estaba cerca del horizonte, la hora de bajar al Inframundo ya se estaba acercando.

- ¿Que hay allí abajo?- preguntó Will mientras comía su sandwich de jamón y queso.

Nico no sabía como explicarle lo horrible que era ese lugar, así que probó con su mejor arma.

- Imagínate lo peor que puedas jamás soportar, duplicarlo por el peor de tus miedos. Eso es la base de lo que es el Tártaro.- le contestó comiendo su hamburguesa.

Will no tragó, pero la sangre huyó de su rostro.

- Así que... ¿tu has bajado muchas veces allí?

- Las veces que fui casi muero- contestó Nico mirando el suelo, pensativo. Volvió a mirar a Will y le sonrió-. Venga, come que debes estar fuerte.

- Nico... ¿Crees que tengo una oportunidad de salir con vida?- preguntó mientras dejaba su sandwich.

- Menuda pregunta le haces al hijo de Hades eh.- contestó riéndose. Will puso mala cara.

- Oye, esto no es broma.

- Estoy intentando manejar la situación con el máximo optimismo que puedo llegar a tener.- le contestó Nico.- Y no lo se, Will....a esta altura dependerá de los Dioses.

Will suspiró, se levantó y volvió a sentarse más cerca de Nico. Apoyó su cabeza en el hombro del chico mientras este terminaba su hamburguesa.

- Entonces estamos bien jodidos.

Will

- Despierta Will, debemos bajar ya- lo despertó Nico. Will se había quedado dormido en su regazo.

Se levantó con poco animo de caminar, es decir, estaba caminando a su probable o segura muerte. Miró a Nico, quien parecía, por su rostro, él el que estaba yendo a morir. Eso a Will le rompió el corazón, debía parecer optimista por Nico, haría cualquier cosa para mantener una sonrisa en su rostro.

- Nico, ¿por donde debemos bajar?

- Bueno, en teoría tendrías que ir al otro lado del mundo... supongo que al ser hijo de Hades, tengo entrada libre.- sus ojos miraban a Will pero su mirada era vacía. No soportaba verlo así, así que Will se acercó y le dio un beso en la frente.

- Todo saldrá perfecto, ya lo verás. 

Nico le sonrió débilmente, tomó la mochila de Will y caminaron unos minutos hasta que el día se convirtió puramente en noche. 

- Bien, aquí es un buen lugar para bajar.- le dijo Nico  a Will, le tendió la mochila para  que  Will la recoja.

Will la tomó y se quedó a un lado, Nico parecía que iba a desmayarse. El chico levantó sus brazos como si estuviera levantando los muertos de las profundidades. De sus manos salió humo negro, comenzó a desplazarse hasta tapar lo pies de Nico, que estaba con los ojos errados, completamente concentrado. El humo tocó la pierna  de Will que se entumeció al sentir el frío que le provocaba aquella neblina. Nico estaba temblando, Will estaba aterrado, pero giró su cabeza para mirar el suelo y vio como lentamente este se abría. Un viento helado ascendió desde lo más profundo del planeta mientras el suelo seguía abriéndose. El olor a esqueleto podrido inundó el campo, Will se cayó de espaldas al ver lo que le esperaba allí abajo. Un agujero, tan profundo que no sabía si tendría un fin. 

- Debemos saltar- le gritó Nico con todas su fuerzas, se había levantado viento y esto impedía oírlo bien.

- ¿Ya? ¿No debes terminar con lo que estas haciendo?- preguntó Will preocupado por Nico.

- ¡Solo salta, Solace!

Will no dudó en hacerlo y saltó al vacío seguido de Nico.