La mañana

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Nina
Primer día de colegio... Algún día debería llegar ¿no?
Mi alarma sonó a las 6:00. Sentí que había decidido dormirme hace treinta minutos, pero en realidad ya había dormido ocho frías horas.
No llegué a levantarme y Kelly ya había llegado a mi habitación cargando una bandeja. Le gustaba que desayune ya que quería que tenga buena energía para mi primer día en la Secundaria Brunne. Kelly era como mi segunda mamá, vivía conmigo desde que tengo memoria y siempre ayudó en mi casa.
-Buen día, Nina. Como se prepara para su primer día? - Me dijo con una sornisa mientras apoyaba la bandeja en la cama para que pudiera comenzar a desayunar.
-Hola Kelly.- le dije con una sonrisa un poco falsa en mi cara ya que no tengo mucho humor en las mañanas - Un poco cansada, preferiría quedarme aquí pero no quiero desepcionar a mi madre... Ya sabes que está muy contenta con que vaya a la secundaria... Además, tarde o temprano voy a tener que ir - era cierto. Mi madre había querido desde siempre que yo vaya a Brunne ya que ella había ido en su secundaria y ahora me tocaba a mí.
-Lo sé querida, solo te quedan 2 años más y podrás elegir lo que tú quieras para tu vida - guiñó su ojo derecho, y salió de la habitación. Ella sabía que no me gustaba que me hablen mucho en las mañanas, y además ya era hora de que comience a cambiarme.
Comí tres uvas, un poco de jugo de naranja y me cambié.
Siempre fui muy organizada así que solamente tuve que ponerme lo que había puesto en la silla el día anterior, bajar las escaleras, subirme a mi auto y que el chofer me lleve a Brunne.

Lola
Mi madre vino a despertarme a las 6:00. No podía creer que las vacaciones ya hubiesen termianado y el colegio empezado... La rutina de todos los días, los exámenes, profesores, tareas, arreglarme todos los días.
-Diez minutos más -le dije. Necesitaba ese tiempo para descarsar y que mi cuerpo se despierte.
-¡Lola! Tienes que bañarte, cambiarte y desayunar... No puedo darte más tiempo -Mi madre siempre fue muy estricta con el tiempo: puntual, rutinal y perfecto. Yo no.
-Está bien -Mamá se fue y cerró la puerta y yo me quedé diez minutos más y me levanté.
Fui al baño y me bañe, me seque el pelo y luego me lo planche.
Bajé las escaleras con el uniforme de Brunne ya puesto y me senté a desayunar. Mi hermano estaba en un extremo de la mesa con su celular , yo en el otro y mi mamá en mi costado.
-Te quedaste diez minutos más, ¿cierto? ¿Algún día harás lo que te pida? -me dijo con voz de víctima. Siempre fue muy exagerada con las cosas, y yo de pequeña pensaba que tenia futuro como actriz pero ella eligió la arquitectura.
-Simplemente el agua caliente no salia, mamá. Por eso tardé solamente diez minutos mas. -le dije. Era mala escondiendo lo que era verdad, así que era un sencillo darte cuenta cuando mentía.
-Mientes -puso sus ojos en blanco y me dijo que coma.
7:15. Una tostada, un poco de agua y salí rápidamente a la calle en donde un taxi me esperaba.

Una en un millónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora