EMPRESARIO ENAMORADO

CAPÍTULO 4: "Confundido"

ALEX:

No me concentro, no dejo de pensar en la cena de anoche. Hoy es sábado y ni siquiera dejé cosas pendientes para meterle información a la cabeza. Hacer ejercicio ya no me está funcionando. No tengo ganas de beber ni de salir a follar. Pero me estoy volviendo loco.

Me decido a llamar a mi mayor confidente y mejor amigo.

-Brandon dice que Lexie le dijo que Maddie le dijo que ayer discutiste con tu mamá en plena cena y que la cosa se puso tensa. Debo asumir que para eso me llamas.

-Eres un chismoso de lo peor Benjamin.

-¿Me equivoqué?

-No puto. ¿Estás disponible?

-Claro mi vida. Siempre disponible para ti, corazón. Nos vemos en el bar en media hora. Tengo que entregar un documento en fiscalía. - me dice con voz melosa y yo ruedo los ojos.

-Puto. - le cuelgo cuando comienza a reírse. Espero que llegue solo y no me haga una encerrona con los demás chicos.

Me visto con un jeans oscuro, camiseta blanca y mi chaqueta de cuero, mi favorita. Mi zapatillas Adidas blancas y tomo unos anteojos de sol Rayban. Salgo en mi auto hasta el bar de siempre y efectivamente Ben llega solo y a la hora acordada.

-Bueno corazón, ya llegué, mi vida. Dispara. - se acerca a mi y besa mi cabeza para sentarse frente a mi.

-Deja de hablar como Brandon.

-No puedo. Es mi gemelo.

No puedo evitar rodar los ojos. Son una copia pero en personalidad son muy distintos. Bran es más extrovertido y Ben más reservado hasta que entra en confianza.

-Habla. Te veo perturbado. ¿Qué pasó anoche?

-Mamá... Me puso incómodo y me hizo pensar en muchas cosas.

-¿En relación a qué?

-Becca...

-Es mentira que son novios. Lo sé.

-No es

-¡Ay Alex por Dios! Conmigo no. - me mira molesto y firme y solo me limito a mirarlo. - Lo único que no logro entender es cómo esa mujer tan inteligente y muy lejos de estar a tu altura, porque no le llegas ni a los talones, aceptó soberana locura que estoy seguro que inventaste tú.

Puto, realmente me conoce el cabrón.

-Dinero... Y un contrato. - confieso luego de unos segundos bajo su mirada acusatoria de abogado en pleno juicio. Me mira más sorprendido aún y le entrego mi teléfono con el contrato que hicimos. Lo lee con calma y me frunce el ceño al terminar.

-Te volviste completamente loco. Debiste hablarme hace dos días. No ahora. ¿Por qué hiciste esto?

-Mamá... Una rubia llegó a la empresa y tiramos, hizo un escándalo solo porque no recordaba su nombre y mamá se enojó muchísimo. Me amenazó con sacarme de la empresa y de la herencia Thompson.

-Genial, te tocó la fibra. Te desafió. Te he dicho millones de veces que no necesitas demostrarle a nadie que no eres como tu padre. Pero seguro te enojaste y no escuchaste a tu madre seguramente diciéndote que sentaras cabeza y te hicieras responsable.

¿Desde cuándo este pendejo vive en mi cabeza?

No digo nada, solo lo observo y Benjamin suspira rendido.

-Hermano, no es buena idea este contrato. No va a terminar bien.

-¿Quién dice?

-La vida lo dice. No es la forma de iniciar una relación, Alex. Becca te gusta, así solo vas a arruinarlo.