Summer Love (Jeon Jungkook)

☀️Capitulo 3☀️

Había caminado mucho junto a Jungkook. Pasamos por muchos sitios y lugares, durante ese tiempo tuve la oportunidad de conversar con él y la verdad no era tan egocéntrico ni molesto como había creído, la verdad es agradable y no pensé que me prestaría esa atención que nunca en mi vida me habían prestado.

—Oye, no es por nada, pero ya tengo hambre—frote mi estómago

—Ya estamos llegando—dijo

—Si claro, eso me dijiste hace 10 minutos, Jungkook—me cruce de brazos

—No pensé que fueras tan complicada—suspiro—hablo en serio, ya estamos llegando.

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—¿Que quieres comer?—pregunto y yo mire dentro del kiosco

—La verdad...quiero Kimchi

—Dos platos de Kimchi—ordeno Jungkook y el señor asintió.

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—Gracias—sonrei—te debo una

—Si, pero no quiero que me pagues con dinero—dijo y lo mire sorprendida

—Y que quieres exactamente?

—Veras, estoy solo aquí y por lo visto tu también, aunque no literalmente, pero si. Estoy demasiado aburrido y ya he venido aquí, si quieres te puedo llevar a conocer este sitio  entero durante estos días.

Lo mire y se veía con ganas, además de que es un chico divertido. Tiene algo de malo?

Por supuesto que no.

—Esta bien, acepto—asenti y el sonrió para luego brindarme su mano. La estreche con una sonrisa

—Uff algo bueno, en estos días—suspiro

—Bueno, guía de turista, a dónde piensa llevarme?—le pregunte haciendo una cara rara y el río

—¿Te gustan los videojuegos?

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—Tengo que ganarte!—le dije enfadada

—Jajaja—rio—¿no sabes que a Jeon Jungkook nunca se le ha ganado? Bonita...—Acerco su rostro al mío.

¿Me pongo nerviosa porque me dijo bonita o por qué se está acercando a mi peligrosamente?

—No retes al experto en videojuegos—dijo con arrogancia y yo rodé los ojos.

Eso Kim Sunji! No lo hagas saber que estás nerviosa!

—Te voy a ganar, si o no—agarre el control y empecé una nueva partida.

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—Ah! Me rindo!—suspire y frote mi cabeza en la mesa mientras el reía a carcajadas

—Te dije que no podías—esbozo una sonrisa brillante y yo hice una mueca

—Bien...no te subiré el ego—agarre mis cosas y comencé a caminar

—Vamos, dime en qué eres buena, así te un hago sonreírme victoriosa, no quieres?

—Ya es tarde—vi la hora en mi reloj—Pero fue divertido—levante mi pulgar

—Apenas son las 6 de la tarde—se encongi de hombros—¿que haras ahora?

—Te dije que ando con mi familia, mis hermanos me dejan sola, pero mis abuelos no—hice una mueca

—Bueno, pero no parece que estás acompañada, pensé que estabas allí sola