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-hola, pequeño-dije viendo a uno de mis pacientes-como sigues?-mire el parche en su ceja-.
-aun duele, pero soy muy fuerte y me voy a curar-sonreí-.
-estoy segura que si, eres muy valiente, yo no soportaría caerme de un árbol tan grande como ese, hubiera llorado tanto-el río-eres muy valiente para ser tan pequeño, te cuento algo?-empece a acomodar las cosas en la mesita de medicinas-en esa sala-señale la sala de emergencias-hay un tipo que está llorando por haber comido mucho picante-reímos-imagina si le hubiera pasado lo que a ti?
-pobre llorón-reímos-.
-bueno, me voy, iré a ver al chico llorón-el río, su mamá me dedico una sonrisa amable, se la regrese y caminé fuera de su cuarto-.
Me llegó una llamada, el nombre de mi papá apareció en la pantalla, conteste con preocupación.
-hey, qué pasa? Todo bien?
-no, no del todo.
-ay no, qué pasó?
-es howie, tuvo un accidente en su coche y va para tu hospital.
-Dios mio, vienen para acá?
-si, vamos en camino.
-Doctora Nash?-gire a ver a una enfermera-viene en camino un hombre, tuvo un accidente automovilístico una varilla de construcción atravesó su cabeza, está consiente, puede mover sus piernas, no siente dolor y puede hablar.
-Howie...
(...)
Caminé hacia mi papá, Hen y Evan.
No pude evitar sentirme nerviosa bajo la mirada de Evan.
Lo conocía desde la escuela secundaria, y desde entonces me gustaba, dejamos de vernos, aunque no de hablar, y creí que mis sentimientos por él habían desaparecido, pero luego empezó a trabajar con mi papá y volvimos a vernos más seguido, y mis sentimientos revivieron como una llama que me quemaba tan si quiera el pensar en el.
