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No habían pasado muchos días desde que Minji había roto su relación con Haerin, pero era como una eternidad.

Los días de Minji se basaban en llorar y llorar mientras miraba como una cliché las fotos que tenía junto a su ex.

La extrañaba, dios, como la extrañaba.

Por otro lado, estaba Haerin, quien notaba que desde que Hanni se enteró de que Minji había terminado con ella, estaba cada vez más cariñosa, le mimaba, dormía junto a ella, le limpiaba las lagrimas, entre otras cosas, simplemente era la mejor amiga que podía pedir.

Sabía que quizá debió girarse y pedirle a Minji que por favor le diera una ultima oportunidad, que iba a hacerla feliz.

Pero no, simplemente no.

¿Como podía pensar eso de Nini?

Ella era solo su amiga, nunca nada iba a pasar entre ellas, era simplemente imposible.

Tomó su celular y entró a sus mensajes, definitivamente iba a hablar con Minji, tenía que arreglar su relación.

Bajó algunos chats hasta que encontró el de Minji, mandó y mandó mensajes hasta que finalmente captó que había sido bloqueada.

En realidad había notado hace un rato que sus mensajes simplemente ni siquiera eran recibidos y que la tierna foto de Minji de perfil no era más que la típica imagen que aparecía por defecto.

Subió para poder leer los mensajes que enviaba con su ex novia, porque si, era algo masoquista.

Pensaba encontrar tiernas conversaciones seguidas, muchos corazones y cosas cursis, pero a cambio solo encontró que la mayoría de mensajes eran de Minji y ella solo respondía cosas cortantes.

Bien, quizá si había sido una mal novia.

𝗔𝗧𝗧𝗘𝗡𝗧𝗜𝗢𝗡 ● 𝘔𝘪𝘯𝘳𝘪𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora