No es necesario

356 17 22
                                        


Después de esa noche, el joven pelirrojo no podía dejar de pensar en lo sucedido. Realmente fue tan tonto de haber hecho eso cuando era hombre, estaba bien si lo hacía con una mujer pero el hecho de que fuese con un hombre fue un gran error que hacía que de vez en cuando soltara alguna que otra lagrima.

Era mas que consciente del hecho que había sido su decisión y que no había sido obligado a nada. Eso era lo que mas daño le hacía ya que el hecho de que al pelinegro le gustaran los chicos era culpa suya, ese pensamiento estaba presente en el constantemente lo que hizo que quisiera cambiar sus gustos y prácticamente dejar de ser el.

-¿Porque no soy una mujer?-esa frase estaba en la cabeza del pelirrojo junto con otras frases que no hacían mas que hacerle mas y mas daño hasta el punto de llorar.

Solamente podía hablar con Zenitsu sobre eso, pero sin mencionar lo que hicieron ya que eso realmente lo avergonzaba hasta el punto en el que solo recordarlo hacía que sus ojos comenzaran a cristalizarse como cuando eso aún estaba pasando.

-Entonces...¿estas diciendo que quieres dejar de ser tú?-le preguntó el rubio al pelirrojo mientras estaban comiendo sin compañía de nadie mas-¿porque?

-Es incomodo de explicar-contestó el pelirrojo a la pregunta de su amigo rubio mirando su plato-Porque soy...agh...por lo que me gusta.

-¿Estas diciéndome que solo eso te pone triste?-preguntó el rubio a su amigo con el seño fruncido-no te entiendo.

-¡Exacto!-dijo el pelirrojo mirando al techo conteniendo sus lagrimas-No me entiendes. ¡¿Te das cuenta de que estoy enfermo?!

-Estas enfermo...-dijo el rubio cruzando sus brazos aún con el seño fruncido-Pero podrías decirme exactamente ¿cuál es su nombre?

-¿Como se supone que lo sepa?-preguntó el menor con la mirada en los ojos del contrario.

-No lo sabes por algo-dijo el rubio tomando un poco de agua de su vaso-No estas enfermo, tus gustos no son una enfermedad, no tienen porque cambiar.

Luego de esa charla el pelirrojo las recordó muy bien, pero apesar de eso el deseo de querer cambiar seguía presente en el interior de su ser. cambiar es tan difícil e imposible, después de todo no dejarás de ser tú.

Después de un tiempo seguía con ese pensamiento en la mente, no podía aceptar el hecho de que ser el mismo no era malo. Seguía con esas ideas pero ya le comenzaban a hacer menos efecto, pero como ya esta bien mencionado seguía con las ideas de que sería mejor dejar de ser el.

El tiempo pasó y las misiones no dejaron de llegar. Tanjiro llevaba mucho tiempo de no ver a su querido azabache, por dos razones. La primera es que no sabía como iniciar una conversación después de lo sucedido y la segunda es que se sentía apenado por la misma razón de su tristeza.

-Tanjiro-esa voz era incomparable, sabía exactamente a quien le pertenecía, por lo que se tensó enseguida-Hace tiempo que no nos vemos, que bien que estas bien.

El pelirrojo no podía lograr que las palabras salieran de su boca sin hacer esfuerzo, eso era gracias a las razones ya mencionadas.

-¿Estas bien?-el azabache estaba muy preocupado por lo que en un intento de tranquilizarlo lo abrazó, el pelirrojo logró calmarse un poco pero enseguida rompió a llorar apoyándose en el pecho del mayor manchándolo con lagrimas-¿Que sucede?

El de menor altura no pudo contestar ya que varias lagrimas se encontraban saliendo de sus ojos quebrando su voz y provocando que le falte el tan importante aire. Después de un par de minutos logró recobrar la compostura para calmare y limpiar las lagrimas.

Que encantador es amarte (Giyuutan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora