AMNESIA

176 27 88
                                    

Jimin era un chico tranquilo, servicial y muy atento, le gustaba las cosas sencillas y el mundo lleno de colores, pero además de eso, era muy popular entre las chicas y, los chicos. Su cabello negro y sus ojos azules como turquesas eran un contraste envidiable, pero sus compañeros en la universidad comentaban que algo lo cambió, y fue justo después de que conociera a Jungkook, el nuevo estudiante transferido.

Jungkook era un engreído y malicioso chico que se burlaba de todos, su cabello rubio y sus ojos negros lo hacían parecer una divinidad caída del cielo por cometer un gran pecado, era frío y su vestimenta siempre iba de colores grises oscuros y negros.

Lo inusual para todos sus compañeros de la universidad era que estos dos se llevaran tan bien, como blanco y negro compenetrándose, como el Ying y el Yang, como si uno fuera el complemento del otro y se sacaran lo mejor y lo peor de sí mismos. Eran buenos amigos. Pero la verdad es que, todos desconocían que Jimin y Jungkook se conocían milímetro a milímetro, que sabían cuántos lunares tenía cada cual, incluso en las zonas más íntimas. Desconocían además que a ambos chicos les gustaba cómo sus lenguas palpaban la suavidad y el calor de la boca del otro cuando se sumergían en un apasionante beso, y que sus manos como unas adictas aventureras acariciaran la piel del contrario. Que amaban esa sensación de peligro que causaban sus deseos más libidinosos y la melodía de gemidos que les endulzaba los oídos al llegar al eretismo.

Sus compañeros siempre comentaban su extraña compatibilidad y se preguntaban el porqué de su misteriosa unión, porque ambos eran como el aceite y el agua. Hablaban además de que algo los hizo acercarse: el destino, la casualidad o conveniencia o… algo. Pero Jimin y Jungkook no conversaban sobre su pasado, era lo único de lo que se tenían prohibido hablar, porque guardaban un secreto que los comprometía gravemente y que este se descubriera, sería el final para ambos. Nadie podía saber que los dos ya se conocían, incluso antes de que Jungkook se transfiriera a la misma universidad que Jimin. Y nadie podía saber lo que hicieron.

●●●

Al llegar el último día de aquel mes de octubre de 2022 y, para evitar tantos comentarios de sus compañeros, Jimin y Jungkook decidieron viajar. Ambos habían recibido un mensaje por vía WhatsApp de un número desconocido, pidiéndoles encontrarse en una de las calles de la Ciudad Metropolitana de Daegu, también conocida como “Gotham Daegu”, una de las ciudades más peligrosas de la nación que para la fecha, estaba en pleno Halloween. El mensaje, más bien, era una amenaza, de que si no se presentaban en el lugar indicado, se revelaría ante todo el mundo lo que ambos habían hecho, algo por lo que no merecían el perdón de nadie.

Tras llegar a la ciudad, se dirigieron inmediatamente al lugar que se les había indicado. Llegaron al final de una calle, cogidos de la mano, donde un leve y frío viento les azoró el cuerpo. Delante de ellos se extendía un tupido bosque que parecía sumergido en un mar de oscuridad, ambos temblaron, sobre todo Jimin, porque minutos antes una señora había cogido una de sus manos y le dijo que estaba al borde de la muerte. El chico no entendía por qué aquella mujer le dijo tal cosa, pues él no tenía ninguna enfermedad terminal, estaba muy bien de salud. Jungkook por el contrario, estaba aparentemente tranquilo.

—Esto no es divertido —comentó Jimin mirando para todos los lados y soltó la mano de Jungkook, para coger su teléfono—, le enviaré un mensaje a ese desconocido para decirle que ya estamos en el lugar.

Junkook no dijo nada, Jimin sacó su teléfono de uno de los bolsillos de su pantalón, desbloqueó su pantalla y abrió la aplicación de WhatsApp, fue al chat que tenía con el desconocido y, con dedos temblorosos, tecleó que ya estaban en el sitio acordado; pero lo que obtuvo como respuesta, provocó que soltara el móvil y pegara un grito, cayendo de nalgas al suelo: una imagen de Jungkook con un cuchillo clavado en el cuello y los ojos extirpados le había sido enviada. 

©AMNESIA #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora