"El calabozo"

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Después de varios días de las clases de Eina por fin Bell podía entrar al calabozo, era de mañana así que tenía que prepararse para entrar.

Lo cual era ponerse su ropa, algunos vendajes en su cuerpo a petición de Amaterasu, colocarse su armadura, su máscara de madera y su capa.

La relación de hijo y diosa también había mejorado algo después de esos días en lo que han vivido juntos.

Al principio Bell no tenía mucha confianza pero al ver que Amaterasu se preocupaba totalmente por el desde que vio las cicatrices y quemaduras en su cuerpo se relajo bastante.

Bell - Me retiro Amaterasu sama - empezando a salir

Amaterasu - Cuídate mucho Bell, te veo en la tarde -

Poco después ella salió también ya que tiene un trabajo que atender.

•~•~•~•~•~•~•~•

Cuando Bell llegó al gremio fue a avisarle a su Eina que ya iba para el calabozo.

Eina - Hola Bell -

Bell - Hola señorita Eina, vengo a reportarme para ir al calabozo -

Eina - Está bien cuídate, y recuerda, un aventurero no debe aventurarse tanto -

Bell - Lo tendré en cuenta, nos vemos - retirándose.

Después de que Bell se fuera una chica apareció detrás de Eina.

Rose - ¿Es un nuevo aventurero a tu cargo? -

Eina - Si, ¿que piensas de el? -

Rose - Se ve muy extraño con esa máscara, ¿sabes por qué oculta su rostro? -

Eina - El día que lo conocí se quitó su máscara por petición mía pero era muy bonito, aunque ahora varias de las mujeres que lo vieron lo están buscando por eso -

Rose - Entiendo, ¿y como es su rostro? -

Eina - Es bastante bonito, si quieres verlo le puedo decir si puede quitarse su máscara otra vez -

Rose - No te preocupes, no debes molestarlo -

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Cuando Bell entro al calabozo vio la mayoría de las cosas de la que le hablo Eina, también vio a los goblins que aparecen en estos primeros pisos pero no eran ningún desafío para el.

Bell - Esto no es ningún desafío para mí, tendré que bajar más -

Bell bajo hasta el quinto piso, ahí sentía que los monstruos era un poco más fuertes pero no tanto como para usar alguna de sus habilidades pero tenía la energía para usar sus armas.

Cuando vio a monstruos cercanos saco sus armas, eran dos espadas con una extraña forma curva, tenían detalles dorados en su mango y en los lados de las espadas.

Cuando vio a monstruos cercanos saco sus armas, eran dos espadas con una extraña forma curva, tenían detalles dorados en su mango y en los lados de las espadas

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