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Gemma llego a casa de Claire. No preguntéis como consiguió su dirección.

Tocó la puerta varias veces hasta que una mujer rubia de ojos azules abrió.

-Hola, ¿está Claire? -preguntó Gemma.

-Sí, en su habitación -la mujer le hizo una señal para que entrase. -¿Eres amiga suya?

-Sí -dijo no muy segura. La mujer le indicó cual era su habitación y Gemma subió las escaleras.

Se paró en frente de una puerta en la cuál ponía: Claire. Con letras bonitas.

-¿Se puede? -dijo.

No obtuvo respuesta.

-Claire, yo... Lo siento, ¿vale? Abre -suplicó.

Al cabo de unos minutos rogando Claire abrió la puerta.

Gemma se quedó muda con solo ver su rostro.

El maquillaje se corrió y tenía los ojos muy rojos y lágrimas aún por sus mejillas.

-¿Qué quieres? -preguntó ruda.

-A ti -contestó Gemma. A Claire se le formó una sonrisa al recordar esas palabras que ella misma dijo.

Gemma se abalanzó sobre esta y cerró la puerta de una patada.

Gemma sentía un zoológico en su estómago y Claire no podía creer nada de esto.

Tanto tiempo esperando y por fin Claire consiguió lo que deseaba hacer hace mucho.

La castaña sonrió en medio del beso al recordar lo que su madre le dijo.

Ya no me comprará el iPhone 6.

Pensó.

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Finaaaaaaaal!! Pronto subiré otro nuevo libro.

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