Capitulo Único

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Removió suavemente su cuerpo entre las sábanas, esperando no despertar a su compañero, tratando de acomodarse con una distancia prudente del otro.

Miro el rostro de aquel hombre, las cicatrices que adornaban su rostro, solo hacían que su belleza resaltará más. Sus facciones tan masculinas marcadas daban un aire de madurez. Que francamente, dudaba que existiría en el contrario.

Podría dedicarse toda la mañana admirarlo y suspirar como si de un joven se tratará, pero a sus treinta y nueve años, era estúpido. Cómo sus sentimientos, Buggy podía ser toda una farsa en la extension de la palabra pero no referente a sus sentimientos. De que le servía que su cuerpo fuera resistente a la hora de la pelea pero en lo emocional era completamente frágil y delicado, cosa que odiaba demasiado.

Arriesgaba su pellejo con tal de tener una agradable noche con el pelirrojo, nunca podía negarse, aunque eso significaba que no se la dejaba tan fácil a la hora del sexo. Por qué esa era la única relación que ellos podian tener, hace tiempo que su corazón se había resignado a tener una vaga esperanza de una relación romántica, lo había dejado claro el día de la ejecución de su querido capitán.

Le miraría un rato más antes de partir a su Isla, sus dos comandantes ya estarían esperándolo. Que sería otra ronda más de maltratos si valía la pena teniendo a su enamorado un lado.

Acortó la distancia entre ellos, buscando una vez más esos labios ásperos pero que se sentían como la bendita gloria. Un par de besos no afectarían para nada, cierto?

El pelirrojo pudo sentir la calidez del peliazul, sabía de los sentimientos ajenos y no podía verlo más de allá que de un simple amigo con beneficios, odiaba arrastrarlo nuevamente. Pero tendría que acabar con esto de una vez.

Sujeto a Buggy bruscamente, acomodando al menor debajo suyo, desparramando el suave cabello del ya nombrado, oliendolo y besándolo con delicadeza.

Baggy... debemos terminar con esto -  su voz aunque era sería la mayor parte de las veces tenían un tono de alegre, en cambio está vez no era así y Buggy pudo sentirlo, reaccionando con esos ojos tan sumamente expresivos, algo que siempre ayuda al pelirrojo a saber la verdad de la palabras de su compañero- Encontré a alguien hace tiempo y quiero ofrecerle algo mejor, necesito terminar esto para seguir con mi meta...

Escucho claramente cada palabra del mayor, ya no podía retener las lágrimas, sabía de ante mano que algo así llegaría pero no tan rápido. O simplemente ignoraba la idea. Se levantó tan rápido que pudo, se vistió a una velocidad que no pensé tener, para voltear a medias y atacando a Shanks con sus ya queridos cuchillos.

Siempre he puesto mi fe en ti, puedo soportar que no pudieras seguir con el sueño de nuestro capitán. Es una traición veas por dónde lo veas.

Aclaro su garganta para evitar que se le cortará la voz, no podía mostrar más debilidad ante aquel hombre que supo ver detrás de el como si fuera un simple libro.

Pero, esto... no creo soportarlo. Es mi estúpida culpa por seguir creyendo en ti. Por seguir tu estúpida y miserable persona. Por qué siempre me toca ser tu maldita sombra Shanks. No importa el mínimo logro que haga, siempre, pero siempre tienes que verle el maldito puto lado malo. - recargo la frente en aquella puerta de madera del camarote, tratando de apaciguar todas esas malditas emociones, que el imbecil de Shanks le provocaba- Y-yo... seremos enemigos desde este momento, si intentas por error entrar a mi isla, no serás bienvenido, atacaremos aunque no haya oportunidad de ganar. No dejaré que me humilles nuevamente, estúpido!!

Partió del barco ajeno con rapidez, tratando de visualizar a su tripulación que no estaba muy lejos de ellos, no le daría más el gusto aquel imbecil. Que se joda el y toda su maldita tripulación. Al final de todo, el ya tenía otro infierno con Crocodile y Mihawk. Uno más sería nada para él.

FragilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora