Cumplir treinta años y tener guardados en los bolsillos un montón de metas cumplidas en dos años ha sido para mi un logro o una distracción, dependiendo de que punto de vista lo esté viendo.
Niall ha compartido conmigo cada uno de ellos. Festejando por mi en noches de fiestas, abriendo vinos y cervezas diciéndome "Por ti, querido amigo" por Facetime, llorando como un mocoso y yo del otro lado tomando una soda fingiendo hacer un brindis a través de la pantalla.
Él cumplió con ser mi sostén ante tantas adversidades, ante tantas desgracias o como él le gustaba llamarlas "Cositas que traen problemas que pueden solucionarse". Porque para él siempre había solución y me lo grabé día a día, porque lo peor que podía pasarle a él era que yo caiga en el desierto infinito de emociones y nunca volver a levantarme.
Después de aquel trágico día para mi corazón y mente, pensé que jamás volvería a ser el mismo. Y en tal punto así fue, porque en donde su cabeza descansaba día a día se había vuelto un lugar casi fantasma porque ni siquiera me atrevía a ocupar aquel espacio en la cama.
Quería salir corriendo cada vez que nuestros recuerdos se hacían presente en el departamento, era un jodido infierno estar solo entre aquellas paredes.
Entonces, decidí dejar de torturarme en aquel espacio y huir de allí. No necesitaba volver del trabajo y seguir recordando, segundo a segundo lo que no puedo ser, ni será.
Él ya estaba realizando su vida y yo tenía que empezar a escribir la mía.
Conseguí un departamento en Suiza, quería irme lejos, no conocer a nadie y que nadie me conozca, no quería tener nada allí que me haga recordar algo que no iba a volver. Niall por suerte apoyó mi decisión y una vez al mes pasaba a ver si estaba bien, él realmente se preocupaba por mi, es un excelente amigo.
El trabajo en aquel país es escaso y la vida es cara, pero para mi suerte el departamento que tenía en Londres valía más de lo que imaginaba y un departamento en Suiza no era más valioso que ese. Justo en pleno centro, con vista a la ciudad y cerca de mi trabajo, todo era perfecto.
Los primeros días contaba los pasos desde la puerta del edificio hasta la puerta que me daba la bienvenida al trabajo, necesitaba que mi mente esté ocupada todo el día. No me permitía pensar en él y evitaba el color azul a toda costa.
Lo odiaba, odiaba que este en las paredes, en los trajes de mis colegas, en las camisas, en los vestidos de mis compañeras, en las flores que decoraban algunas casas, en los tejados, lo odiaba. Estaba en todos lados y mi mente fue ignorando cada detalle que derivaba del azul, no sabía ni como lo hacía pero mi mente solo lo bloqueó.
Evitaba escuchar bandas de indie y rock, no quería saber ni un puto resultado de fútbol y generaba arcadas en mi al ver un balón.
Odiaba los cigarros y todo lo que tenga que ver con el; el humo y los malditos encendedores.
Pueden llamarme loco pero la vida realmente se me hacia difícil día a día y no quería tener nada más que ver con mi pasado. Quería dejar atrás todo lo malo y no estoy diciendo que el haber estado con él solo me ha dejado recuerdos malos; porque aquellas noches de amor, mañanas entre sueños y tardes luminosas las guardare en mi corazón con llave, pero recordar solo me traía un gusto amargo y yo de verdad quería que la vida me empiece a saber dulce.
Porque extrañaba dormir en paz, extrañaba sentirme completo y quería buscar algo de eso en mi nuevo lugar. No le llamo hogar porque aquella es una palabra muy grande y con el tiempo comprendí que no se trataba del lugar, jamás se trató de aquello.
Mis días empezaban a tener más sentido, el trabajo ocupaba todo de mi, cada segundo y yo estaba encantado, a pesar de que Niall me haya dicho que necesitaba descansar por lo menos los domingos pero para mi era innecesario.
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love of my life-ls os pt2
Romance|Porque toda historia de amor merece una segunda oportunidad. ♡