prólogo ♡

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Creo que nunca me puse a pensar realmente en las personas que amo y que forman parte esencial de mi vida.
No soy de tener detalles con nadie, no es que no quiera, simplemente nunca se me cruzó por la mente tener un gesto con alguien que no sea mi madre.

Mi naturaleza es algo poco cordial y aveces hasta un poco frívolo...
Aunque no es sorpresa para mis amigos y las personas que me conocen de verdad, posiblemente olvidare tu cumpleaños por mil veces que me lo repitas, mucho menos sabré tu color favorito. No es que lo haga con mala intención o que realmente no me importe, simplemente es parte de mí ser... ser tan yo, ser Charlie Spring es una personalidad.

Pero hay puntos donde el equilibrio se quiebra y todo se tambalea.
Y este soy yo, Charlie Spring, posiblemente el tipo más desastroso y ambiguo. Y estoy jodidamente enamorado de Nick Nelson. Y en un instante mi personalidad reseca y obstinada parecía esfumarse a través de una sonrisa impecable y piel lechosa llena de pecas.

No es que no crea en cosas como el amor, si, me emocionaba el cliché y el romance hasta cierto punto, tal vez porque en los libros se ve más interesante. El problema estaba en que nunca pude experimentar algo como esto. Bueno, ni siquiera me preocupaba el hecho de tener o no una pareja. Eso hasta que poco más de dos meses comencé a juntarme con un tío del rugby. Caí flechado directo.

Nicholas Nelson, su nombre pica en mi lengua, algo dulce. Ocho y seis letras que se resbalan de mis labios y produce un cosquilleo en lo hondo de mi vientre cuando lo resueno en mi boca.
Nicholas Nelson, el chico que parece un pequeño cachorro pelirrojo, algo así como un Golden Retriever, pésimo en matemáticas pero buen deportista, amable y simpático. El chico que parece colarse siempre en mis pensamientos, de una forma tan ridícula que no puedo evitar verlo en mi café o en el color azul, en el cielo anaranjado cuando el atardecer desciende lentamente y los destellos cálidos caen con delicadeza para pintar el cielo, algo parecido ocurre cuando aprecio la enternecida mirada que el pelirrojo me ofrece a medias entre las pequeñas charlas constantes que solemos mantener, ahí cuando aparece un mar de soles y estrellas que se plantan en mi caja torácica y que parece que en cualquier momento golpearan hasta taladrar mi pecho, parecido a una sensación de ahogamiento o tal vez un poco de pánico, pero por alguna razón esto parece sentirse bien. Como si se me hiciera cómodo las sensaciones que Nick provoca en mi.

¿Alguna vez relacionas te personas con objetos?, yo suelo hacerlo seguido últimamente, porque el más mínimo detalle me recuerda a este tío que conocí hace a penas meses.
Nick me transmitía paz, Nick era sinónimo de paz, era belleza, era calidez, era un color. Era azul. Era un objeto, un mapa abierto. Era todo, y estaba en todas partes.
O talvez es simplemente una forma extraña de decir que no lo puedo sacar de mi cabeza.
De todos modos, a quien le importa.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2023 ⏰

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