¡Advertencia!
Fin de la advertencia
—¡Verga! —clamé entre las pequeñas risas que me causaba sentir las efusivas lamidas de Emlo sobre mi pito ahora entero dentro de su boca.
Habíamos pasado toda la noche hablando sobre ello, pero solo ahora que finalmente se atrevió a empezar fue que me di cuenta lo poco que me encontraba preparado mentalmente para tenerlo encima de mí; apretando mis enormes bolas cargadas en leche y todo eso sobre su pecho, llenando el vacío de estas cuatro paredes sus gemidos de marica, como si fuera a desmayarse o algo así por el puro esfuerzo de llegar a la base de mi verga. ¡Carajo! ¿Cómo fue que terminamos comprometidos de esta manera? ¿Por qué lo estamos haciendo como dos putos adolescentes cachondos en su vieja habitación del gremio en plena noche buena mientras nuestros padres cenan tranquilos en la sala de abajo? ¡Dios! ¡Ruego a Arceus no nos escuche nadie ni nada, ¡porque, en serio, les juro que, lo hace como un puñetero experto! ¡De verdad! ¡Lo hace tan bien que..., es como si hubiera hecho estas joterías en secreto por años!
—¡No te muevas tanto, joder! —demandó el muy gei, sacándose mi miembro del hocico para respirar un poco. Jo, ¿cómo hizo para meterlo hasta el fondo en primer lugar?
Sin pedir respuesta alguna a su habilidad, no hice más que contemplar ruborizado, asomado por entre mis dedos semiabiertos, el rastro de baba que conectaba aún la comisura de sus jadeantes labios con la punta de mi inmensa y remojada verga erecta. Brillaba ahora tanto, que incluso podía ver mi rostro reflejado en ella. Lo juro, me miraba en ella yo solo con mi gorrito navideño y todo; lo cual es muy pervertido hasta para mí porque imagina ver la cara de alguien en una puta verga y eso. Estoy más enfermo que una Salazzle, lo sé.
—¡No me estoy moviendo, animal! —reclamé usando mi vocezota. Jo, puedo ponerme de veras molesto cuando me lo propongo. Debieron haberme visto la última vez que me topé con el imbécil de Toso. Aunque preferiría no pensar demasiado en él mientras Emlo me mama la verga.
Tratando de hacer volver a mi mente hacia cualquier Salazzle mejor, miré mi cara reflejada en mi propia pija cual volcán antes de la erupción, vino a mí un recuerdo de esta misma mañana; al momento previo de que nadie pudiera si quiera imaginar terminaría teniendo sexo homosexual con este jodido Lycanroc crepuscular. Como maldigo que, de entre todos los que pudieron para ayudarme a lidiar con este predicamento, justo tuviera que ser él y su deprimente cara de menso. Lo odio; ya se los digo yo de verdad. Esta tremenda erección y este intenso rubor no significan nada en comparación al odio que siento por él.
En fin, que todo comenzó esta mañana mientras me miraba frente al espejo antes de ducharme. Habíamos acordado que la primera cena de navidad del Equipo Ocaso, ahora que cada uno vivía en su propia casa, fuera aquí mismo como un recuerdo a nuestros días pasados. Toda una cursilería si me lo preguntan. Total, Huit salió de muy temprano por la mañana a hacer unas compras de última hora porque la botana había desaparecido de la alacena. La botana lleva años desapareciendo de la alacena por las noches pese a que ya solo vivimos aquí él y yo. Todo un misterio sin resolver. Discutimos por eso; le dije que ya llamaría a Mark y Abby para que trajeran ellos la botana, pero no quiso hacerme caso. Nunca quiere escuchar ni hacerme caso cuando se pone en ese modo, jo. Se fue solo muy temprano y me dejó como encargado del cesto de ropa sucia; lo único que debía hacer hasta su regreso era vigilar porque mis tangas, las que tanto le gusta que use con él, no se salieran de pronto y terminasen regadas sobre la mesa y la sala. Una tarea muy importante he de decir, porque justo, así como lo describió ya había pasado antes, cuando su abuela Diamond vino a echar una visita inesperada. Nunca había visto a Huit como se puso aquella vez. En serio. Ya les digo yo que Huit puede llegar a ponerse tan coloreado como un Flareon o más.
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Mundo de Falos [Oneshot]
FanfictionEn la víspera de Navidad Ceres aguarda por reunirse de nuevo con sus viejos amigos. Una misión de rescate hará que todo se ponga de cabeza. Estilo narrativo calcado de "El guardián entre el centeno", favor de leer a la brevedad posible. TyphlosionX...