14/06

7 1 0
                                    

-Me mentiste. Pero eso no es lo que me entristece, sino el hecho de haberte creído. De haber sido tan estúpida como siempre.
-Nunca te prometí nada.
-Es exactamente eso lo que temía, porque sabía lo que iba a pasar. Estos temas nunca juegan a mi favor.
-¿De qué te quejas entonces, mujer? Sabías quién era, lo que hacía. Te lo advertí desde un principio.
-¿Qué no la gente consume alcohol aunque sepa que es malo? ¿O come comida chatarra sabiendo que le tapará las arterias? Es simple, me dejé engañar por ese dulce sabor que producías en mí. Como una ilusa.
-No es mi culpa.
-Nunca dije que lo fuera...
-¿Entonces?
-Nada. No necesitas darme explicaciones, tú no hiciste nada malo. O bueno, en parte.
-Siento que no puedo dejarte después de todo...
-Debes hacerlo. Sabes, soy una persona muy extremista. Tiendo a idealizar, dramatizar y exagerar todo lo que pasa a mi alrededor. No puedo, no me sale relajarme. Fui criada de esta manera.
-¿A qué te refieres?
-Si vas a estar conmigo, no puedes dejarme. Si vas a dejarme, no intentes volver. No tengo un término medio, solamente me confundo y altero.
-Yo... no puedo comprenderte.
-Tal vez simplemente fui hecha para estar sola.
-Es que no quiero dejarte sola, tan sólo no puedo ser tu pilar por siempre.
-Tendrás que hacerlo.
-¿Estarás bien sin mí?
-Han habido muchos, y habrán más. Me he recuperado. Soy una chica fuerte.
-¿Es que termina igual todas las veces?
-O son ellos, o soy yo. Parece que no me conformo con nada, o conmigo misma. Se aplica igual. Alejo a la mayoría.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 14, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AzarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora