Nuestros Secretos

Sheik

Si, nos encontramos con Ámbar, yo no quería esto pero se dio y no hay marcha atrás.
- Ambar que sorpresa no esperaba encontrarte en la biblioteca - con un tono nerviosos - estaba mostrándole donde quedaba la biblioteca-. Taner sin decir una sola palabra la quedo mirado, sin pensarlo dos veces le dije a Taner
- Perdon Taner me acordé que le tengo que preguntar algo a la adscripta, Ámbar te va a enseñar la biblioteca por dentro - sin más me fui y no se quiera mire a Ámbar.

Soy una estúpida, como voy a dejar a Taner así, digo en mi mente pero con los ojos que me estaba mirando ella mejor apartarme. Subimos clases, después de dos horas de literatura tocó la campana y baja con mi merienda al patio, pero alguien me interceptó antes de que llegue a él, era Sheik el chico más molesto del mundo. Él era el galán de todas las chicas solo solo por ser rubio, ojos color avellana, musculosos y sobre todo por ser millonario, eran unas interesadas pero para mí solo era un gran idiota.

Yo arrinconada en las escaleras y contra la pared, Sheik encimado para intimidarme pero lo único que estaba pensando era en Taner y que lo deje solo con Ámbar. Cuando me percato, él de mis pensamientos apareció bajando las escaleras y dijo
- Déjala -
- Y tu quién eres el defensor de las nerds - le respondió a Taner - es un asunto de ella y yo, no te metas - dijo Sheik.
- No sabes quién soy ? - le dijo Sheik -  soy Sheik el galán, rompe corazones de este instituto y obvio el más millonario de esté -
- Y ? - respondió Taner - no podés comprar una persona o si, así que deja..a..Isabel -.
- Como sea - le dijo Sheik, se me dirijo y me dijo - tu y yo vamos a hablar más tarde preciosa-, Taner lo miro de reojo y lo dejo ir.

Taner me miró y siguió su camino hacia el patio, pero a la vez me hizo una seña con la cabeza para que le haga compañía y fui con él. No podía mirarlo a la cara, por lo sucedido con Ámbar y ella con la cara que me tiro, que no era muy buena que digamos. Llegamos al patio y Taner me habló
- Por que no me mostraste la biblioteca tu misma hoy más temprano -, yo respondí - Es que mi amiga Ámbar no quiere que me acerque a tí - con la cabeza agacha le dije eso - de seguro te devén gustar chicas como ella -. Él no respondió pero en mi cabeza me estaba diciendo obvio que no le gustan las chicas como yo, pelo castaño claro, mis ojos eran de un azul medio tirando a gris, raro verdad, bien pálida y una estatura de más o menos de uno sesenta.
- En realidad ella no es mi tipo - me respondió, yo sorprendida de lo que dijo, levanté la cabeza y él me estaba mirando.