Provocación Antonio Briseño x Igor Lichnovsky

Provocación

Antonio estaba harto, en sus propias palabras estaba "Hasta la chingada de este partido" tantas oportunidades de gol que tuvieron y ninguna lograron concretar.

No supo en qué momento cuatro goles de parte del america llegaron hasta el arco que protegía su compañero Miguel. No sabía que había hecho mal como para recibir tal humillación. Todo explotó cuando comenzó a recibir burlas de su propio novio, aquel novio que juraba amarlo más que a cualquier equipo burlándose en su propia cara, obvio se desquitaría con él.

"Bájale de huevos, Igor, por que no voy a tener compasión más al rato" fueron las palabras dichas por Antonio.

Mismas palabras que fueron ignoradas brutalmente por el chileno.

"¿Pero cómo iba la canción, mi amor? Si quieres pásame su número y le marco" comenzando a cantar aquella canción que inundó las calles de México durante el torneo pasado, canción que Igor sabía que Antonio adoraba.

"Ya cállate, neta" empujaba a su novio, tratando de quitárselo de encima, si que iba a disfrutar al terminar del partido.

Había terminado el juego, un humillante 4-0 quedó en el marcador a favor del america. Los del equipo azulcrema celebraban y vitoreaban, los rojiblancos se lamentaban.

El vestidor azulcrema se vació, dado a que decidieron irse a celebrar en un antro a unos minutos del estadio.

"Igor, tú te quedas" le dijo Antonio a su pareja por mensaje, recibiendo un "Ok" de parte del otro.

El vestidor rojiblanco ya estaba casi vacío, cuando Antonio no soportó más y decidió ya ir al vestidor del america.

"Qué onda mi pollito, ¿a qué sabe la derrota?"

"A lo que te va a saber mi pito, por burlesco"

"¿Bien rico? ¿Me vas a premiar después de que te la metimos todita?" Las burlas no paraban, Igor no le tenía miedo a Antonio, al menos no hoy.

"Todita te la voy a meter yo, vas a ver como vas a quedar, todo destruido por mí"

Sus cuerpos se iban acercando, atrayéndose el uno al otro, tan magnéticamente, como si de un par de imanes se trataran. Las miradas, una llena de alegría y diversión y la otra llena de enojo y sed de venganza.
Las miradas se dirigían a los labios del contrario, labios que ambos tenían ganas de devorar completamente, que gracias a su orgullo nadie pudo iniciar el beso, hasta que sus respiraciones chocaron, dando inicio a un beso lleno de deseo y pasión; el beso derrochaba saliva, había dientes, era brusco, habían mordidas y empujones. Un gemido salió de la boca del azulcrema, dando entrada a la lengua de Antonio, comenzando un beso lujurioso que no tenía indicios de parar.

Las manos de Antonio comenzaron a recorrer el cuerpo de Igor, pasando por su espalda, bajando por sus glúteos, llegando a sus muslos, donde hizo presión, dándole a entender al contrario que brincara, cosa que Igor entendió y seguidamente dio un pequeño salto, enredando sus piernas en torso de Antonio. Sus miembros comenzaron a frotarse entre sí, sacando jadeos de ambas bocas. Antonio recargó a Igor en una pared, aún con las piernas del americanista enredadas en su torso. Comenzó a bajar lentamente su short, continuando con sus bóxers, tocando lentamente la punta de su erección, bajando aún más lento por todo el glande. Igor no quería decirlo, pero se estaba desesperando, él sabía que Antonio se estaba vengando por las burlas durante el partido.

Antonio escupió directamente en el pene contrario, usando eso como lubricante, bajando y subiendo su mano con más rapidez pero aún así muy lento para el chileno. Jadeos y gemidos desesperados salían de la boca de Lichnovsky.